Se llama Marcos Vinicius Felicio Pereira. Nació el 19 de febrero de 1997, en Sao Paulo. Juega como mediocampista y/o delantero. En su carrera deportiva ha pasado por tres clubes del fútbol colombiano.
Su posición y funciones en el Atlético Huila son distintas a las que le permitieron llegar al fútbol colombiano, cuando Santa Fe puso sus ojos en él. En aquel entonces se le conocía como delantero extremo. Maneja el perfil zurdo.
En el cuadro Opita, Marcos juega diferente. Es quien da la salida a su equipo, una aduana por la que pasan todos los balones filtrados al ataque. Tiene control y toca de primera. Entiende el juego. No es ajeno al gol. En su campaña con el equipó huilense lleva seis goles, de los cuales uno fue durante este semestre.
¿Por qué no le fue bien en Santa Fe?
Pocas oportunidades y en alguna oportunidad le preguntaron por eso. Solo se limitó a decir que no le dieron minutos. Punto aparte. Del cuadro Cardenal pasó a Tigres, en la Primera B. Luego recaló en Huila como agente libre, donde encontró su mejor condición.
“El cambio de Santa Fe para Huila fue un buen cambio para mí. Allá no estaba jugando mucho. No tuve muchas oportunidades allá, cosa diferente a lo que vivo acá (en Atlético Huila). Fue una buena experiencia lo de Bogotá, pero creo que acá las cosas están saliendo mejor para mí”, dijo en una charla que tuvo con el Gol Caracol.
En el mercado de transferencias, Vinicius es un jugador que se encuentra cotizado en 450 mil euros. Logra un reconocimiento especial y no sería nada extraño que más de un club colombiano se interese en sus servicios.
Los orígenes de Marcos Vinicius Felicio Pereira
La historia de su carrera deportiva comenzó en Brasil, con el club remio Prudente en el Campeonato Paulista de la Segunda División. De allí fue a Bahrein para ser parte del club Busaiteen. Cuentan que en ese club le fue muy bien y hasta tuvo la ocasión de ser llamado a la selección de ese país.
