Hace algunas semanas el volante francés, al servicio de la Fiorentina, hizo público su malestar porque la apariencia suya en el FIFA 20 estaba demasiado lejos de la realidad. ¡No se parecía en nada! Se dio cuenta porque estaba jugando con sus hijos.
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Franck Ribéry publicó su queja en redes sociales, consciente de todo lo que sucedería después. Como era de esperarse, su caso fue tratado por EA Sports. Sorprende de todas maneras porque el jugador, de buena trayectoria, no es propiamente una estrella en estos momentos. Su rato de fama en el mundo se ha ido desvaneciendo, como es apenas normal en un futbolista que vive los últimos años de su carrera.
Played #FIFA20 with my kids not long ago.
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