Luis Enrique lo dijo con claridad en una frase que parecía pasar desapercibida, pero hoy retumba con más fuerza. Fue en el documental de Movistar Plus+ sobre su vida, donde el técnico español habló sin filtros sobre su experiencia dirigiendo a Kylian Mbappé y la forma en que eso afectó su idea de juego. Hoy, ad portas de la semifinal del Mundial de Clubes entre PSG y Real Madrid, donde el atacante francés será su gran rival, sus palabras cobran una relevancia ineludible.
“¿Creo que voy a mejorar la próxima temporada los resultados de la 2023/24? Sin ninguna duda”, dijo el entrenador. “Porque el hecho de tener a un jugador (Mbappé) que se movía por donde él quería implica que hay situaciones de juego que yo no controlo. El año que viene las voy a controlar todas. Todas”, agregó. Aquel mensaje, que parecía un análisis frío y técnico, hoy parece casi una predicción. PSG, ya sin Mbappé, no solo ganó todo lo que jugó, también exhibe un fútbol más estructurado, sólido y colectivo.
La visión táctica de Luis Enrique sobre el “efecto Mbappé” en PSG
Luis Enrique no habló desde el resentimiento ni la polémica. Lo hizo desde su visión como entrenador, centrado en la importancia del orden táctico y el equilibrio dentro del campo. Su planteamiento fue claro: la presencia de una figura como Mbappé, con libertad absoluta de movimientos, le quitaba control sobre situaciones de juego claves.
Ese “efecto Mbappé” -como muchos analistas lo han llamado después- limitaba la capacidad de aplicar su modelo, basado en la ocupación racional de espacios, presión alta organizada y circulación constante. Si bien el talento del delantero francés resolvía muchos partidos, Luis Enrique apostaba a que un PSG sin esa dependencia podía ofrecer más como equipo. Y así fue.
El PSG sin Mbappé: una máquina de ganar títulos
En la temporada 2024/25, ya sin Kylian Mbappé, PSG se convirtió en una verdadera máquina de competir. Bajo la dirección de Luis Enrique, el club parisino conquistó la Champions League, la Ligue 1, la Supercopa de Francia y la Copa de Francia, y ahora está en las semifinales del Mundial de Clubes.
Todo eso se logró sin una figura excluyente, pero con un colectivo poderoso. Luis Enrique construyó un equipo con funcionamiento fluido, donde futbolistas como Vitinha, Dembélé, Désiré Doué, Achraf Hakimi, Bradley Barcola, entre otros tomaron protagonismo en un engranaje táctico casi perfecto. La idea de que el PSG dependía de una sola estrella se desmoronó. Y el responsable de ese cambio es el técnico español.
Luis Enrique vs Mbappé, el reencuentro que el fútbol tenía guardado
Ahora el destino cruza nuevamente a Luis Enrique y Mbappé, pero desde veredas opuestas. El PSG de Luis Enrique se enfrenta en semifinales del Mundial de Clubes al Real Madrid, donde el atacante francés es la gran figura ofensiva. Un reencuentro inevitable, que se da en el marco de un torneo que ambos clubes quieren ganar para coronar un año de ensueño.
Mbappé llega en un gran momento, liderando al equipo blanco con goles y desequilibrio. Luis Enrique, por su parte, se presenta con un PSG que juega como una unidad, sin fisuras y con un modelo que ha dado frutos. Será una semifinal vibrante, con múltiples capas narrativas, y una de ellas es la historia no resuelta entre entrenador y jugador.
Lo que dijo ahora Luis Enrique del cruce con Mbappé
En la previa del partido, Luis Enrique fue consultado directamente por el reencuentro con Kylian Mbappé. Su respuesta fue tan breve como contundente: “Eso pertenece al pasado y el pasado mueve pocas cosas. Nos centramos en el presente”, dijo. Y luego reafirmó: “Ya no hablo más del pasado”.
Con esas frases, el entrenador dejó claro que no quiere revivir la historia, ni encender ninguna polémica. Su foco está en el presente del PSG, en consolidar un equipo que ha ganado todo y que ahora va por el título más prestigioso para un club en el planeta. Sin embargo, la tensión emocional del cruce está ahí, inevitable, cargada de pasado reciente.
El fútbol como espejo: dos visiones en choque
Esta semifinal no es solo un duelo entre PSG y Real Madrid. También es un choque de visiones. Mbappé representa la libertad del talento individual, la apuesta por lo extraordinario. Luis Enrique encarna la disciplina táctica, el poder del equipo por encima del jugador. Ambos caminos son válidos. Ambos han triunfado.
Lo que ocurra en la cancha dirá cuál de esas dos miradas se impone esta vez. Pero lo cierto es que, gane quien gane, el duelo entre PSG y Real Madrid quedará como uno de los capítulos más interesantes del fútbol actual, porque está lleno de contexto, de historia, de decisiones técnicas… y de frases que resuenan justo cuando llega el momento más esperado.