Llegan con toda la ilusión de ser estrellas en el club que eligieron. Primeras pruebas superadas y cuando llega el filtro mayor, el que decide si el muchacho tiene condición, aparece un rotundo NO.
No se pudo, pero… ¿qué más da? Seguir intentando y ese precisamente es el gran valor que tienen estos futbolistas. Nunca se rindieron pese a las adversidades, críticas o hasta gestos de reprobación porque los vieron como personas “rebeldes”.
Con el paso del tiempo encontraron el éxito en clubes que quizás nunca imaginaron. Hoy tienen fama, talento, dinero. ¿Y los clubes que los rechazaron? A lo mejor deben estar lamentándose o simplemente son “gajes del oficio”. Pasa por montones en el fútbol y cuando se trata de futbolistas que se convirtieron en estrellas mundiales la recordación es mayor.
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