De nuevo hablando de la valentía de los jugadores que dirige en el DIM, Alfredo Arias explicó cómo hicieron para pasar del 2-0 al 2-3 y mantener la ilusión.
El DIM lo consiguió ante un rival que juega por evitar el descenso y al que se le están acabando los partidos para conseguirlo. Lo hizo en 45 minutos. Pasó de un PT en el que recibió un par de goles al ST en el que anotó 3, con algunos cambios en los jugadores y el mensaje claro del DT.
Lo que dijo Alfredo Arias de la remontada del DIM
– “Les dije a los jugadores que estaba muy conforme con el PT que habían hecho. Nos encontramos perdiendo 2-0 y el equipo estaba en cancha contrario, presionaba, quitaba, atacaba. Estaba muy bien. nos cobraron muy caras las dos llegadas que tuvieron. Cometimos errores, pero el mensaje es que estábamos bien y teníamos que seguir igual”.
– “Hicimos los cambios intentando poner a los muchachos que habíamos tratado de cuidar porque estaban con mucha carga física: Diego Moreno y Jhon Vásquez. Sacamos a Málcom que tenía amarilla, era último hombre y teníamos que jugarnos. Repetimos lo que hicimos en el PT, pero los goles hacen que una cosa sea buena o mala. Ellos nos anotaron y parecía que el primer tiempo era un desastre. Revisé los números y nuestro PT fue bueno. No tuvimos la efectividad”.
– “La gestión tiene que ver con ir partido a partido. No nos hemos decidido pro ninguna competencia. Queremos ganar las dos (Liga y Sudamericana). Hasta ahora vamos a seguir así. Vamos por el clásico. Será el sexto partido en 17 días, pero bueno… el equipo está respondiendo. Solo pido poder recuperarlos. Hoy fue un esfuerzo mayúsculo, esta cancha come mucha pierna, te deja ahogado en cada jugada y debimos hacer un sobreesfuerzo por ponernos en desventaja”.
– “Diego Moreno entró con las cintas que se ponen en los dos posteriores. En una de las mediciones que hacemos, era uno de los jugadores más fatigados del plantel porque sus esfuerzos habían sido más grandes. Jugó prácticamente todos los partidos y nosotros dudábamos que hubiese podido aguantar incluso 45 minutos, pero entró con todo el amor propio a darnos una mano. La consideración era cuidarlo para no lesionarlo. Acá hay que ser cuidadoso con no lesionar porque si eso pasa, después ya no lo tienes”.
