Lo que dijo tras la contundente victoria sobre Once Caldas no solo refleja el orgullo de un hombre profundamente ligado al América de Cali, sino una preocupación latente: la desconexión entre el equipo y parte de su hinchada. En un año en el que la escuadra escarlata dominó el Todos contra Todos (primer lugar), resulta desconcertante que el estadio Pascual Guerrero no esté lleno de fieles seguidores en cada encuentro. Las palabras de Álex Escobar invitan a reflexionar sobre el papel de la hinchada como parte fundamental del alma de un equipo.
🎙️”Me duele que el hincha no venga porque estuvimos de primeros todo el campeonato. El hincha verdadero fue el que vino hoy”.
Sin pelos en la lengua don Alex Escobar, el pibe de Barrio Obrero.
El hombre que + veces vistió el manto sagrado de @AmericadeCali dejó un claro msj… pic.twitter.com/8vx08uiQUs
— Leonel Cerrudo ⭐️⭐️⭐️🏆🇦🇷 (@leonelcerrudo) November 15, 2024
“Realmente, yo que soy de hueso rojo, me duele que el hincha no venga porque todo el campeonato estuvimos de primeros y terminamos de primeros. Y a la gente que habla por las redes y que finalmente no son hinchas sino detractores de la institución quiero mandarles un recadito: el hincha verdadero fue el que vino hoy. Felicitarlos a ellos y esperamos que los que son noveleros vengan el domingo”.
La crítica dirigida a quienes prefieren expresar opiniones desde las redes sociales sin acudir al estadio, es un tema que trasciende lo deportivo. Escobar diferencia entre hinchas y detractores, destacando a quienes estuvieron presentes en el Pascual como los verdaderos aficionados. Esta distinción invita a cuestionar si están apoyando al equipo en los momentos en que más los necesita o si sus acciones contribuyen al ruido que desmotiva. La fidelidad no debería ser opcional y menos cuando los resultados deportivos respaldan el esfuerzo del plantel.
Sin embargo, más allá de la crítica, el mensaje de Escobar también tiene un tono conciliador y esperanzador. Al invitar a los “noveleros” a asistir al próximo partido, abre la puerta para que todos, sin importar su nivel previo de compromiso, se sumen al objetivo colectivo de llenar el Pascual en los cuadrangulares. Esta invitación tiene un trasfondo simbólico: América de Cali no es solo el equipo que está en la cancha, sino también su hinchada, la que con su apoyo constante puede marcar la diferencia en instancias decisivas.
Este es el momento para que sus hinchas respondan al llamado. Más que un reproche, las palabras de Álex Escobar son una oportunidad para que se unan y sean parte de la historia que este equipo está escribiendo. Si América ha luchado y trabajado para estar en lo más alto, la hinchada también debería estar a la altura, dice él. No es solo cuestión de fútbol; es cuestión de identidad, de pasión y de demostrar que el Pascual Guerrero siempre será un fortín rojiblanco.
