En un giro inesperado, el gobierno chileno ha otorgado un plazo de 30 días a la Federación Chilena de Fútbol para desconectar por completo cualquier vínculo con casas de apuestas, bajo amenaza de perder su personería jurídica.
Esta medida drástica busca preservar la integridad y la transparencia del deporte rey en el país sudamericano. Esta resolución gubernamental ha desatado un intenso debate en el mundo del fútbol chileno y ha generado inquietud entre los aficionados, jugadores y directivos del país austral. La federación de ese país, en colaboración con sus clubes afiliados, deberá tomar decisiones cruciales en el transcurso del próximo mes para cumplir con el ultimátum.
La situación se da en medio de una turbulenta situación, con noticias provenientes de otros lados. En Bolivia, el campeonato profesional de ese país se suspendió por filtraciones de audios en los cuales se corrobora que hubo arreglos de partidos para favorecer apostadores.
En Chile no quieren escándalos de ese tipo. Allí, a diferencia de Colombia, el negocio de las apuestas deportivas no se encuentra regulado. “No existe una ley que habilite, permita o regule el funcionamiento las plataformas de apuestas en línea y que las únicas entidades que pueden operar en línea determinados juegos de azar son la Lotería de Concepción, Polla Chilena de Beneficencia S.A. y Teletrak”, es lo que dijo al respecto Manuel Zárate Campos, Jefe de la División Jurídica de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ).
Mientras no se cree y autorice el marco legal para que puedan operar en territorio chileno, la medida debe acatarse. No infringe nada; por el contrario, está encaminada a encontrar orden.
La Asociación de fútbol chilena, la ANFP, acatará la orden y además sabe que los clubes que no corten los acuerdos comerciales con casas de apuestas corren el riesgo de perder la personalidad jurídica.
