Escrituras no bastan para ser dueño de una casa en Colombia: este trámite es el que vale

La falta de registro en la Orip es la causa más común por la cual una escritura no garantiza la propiedad

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La Superintendencia de Notariado y Registro puede intervenir si hay irregularidades

En Colombia, muchas personas creen que tener la escritura pública de una casa o apartamento los convierte automáticamente en propietarios legales. Sin embargo, la ley colombiana exige un paso adicional y determinante: el registro de dicha escritura en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos (Orip). Sin este trámite, el nuevo dueño no tiene respaldo legal frente a terceros, y el inmueble sigue figurando a nombre del antiguo propietario.

Las escrituras no hacen dueño si no hay registro en la Orip

Aunque la escritura pública es el documento que formaliza el acuerdo de compraventa entre las partes, esta no tiene validez legal por sí sola para transferir el dominio de un inmueble. Según el principio jurídico de ‘Título y Modo’, solo el registro de la escritura ante la Orip perfecciona el traspaso de propiedad. De no hacerlo, el comprador no será reconocido como propietario y corre el riesgo de perder el bien ante conflictos o fraudes.

Por qué su escritura podría no tener validez legal

La falta de registro en la Orip es la causa más común por la cual una escritura no garantiza la propiedad. A esto se suman problemas como duplicidad de matrículas, errores administrativos, conflictos legales o documentos mal diligenciados. En Colombia, quien figura en el folio de matrícula inmobiliaria es el dueño legal, sin importar lo que diga la escritura. Además, si otro comprador registra primero su escritura, tendrá prioridad por prelación registral.

Requisitos para ser reconocido como propietario en Colombia

Para validar su derecho de propiedad, el comprador debe registrar la escritura pública en la Orip correspondiente. Para hacerlo, necesita: certificado de tradición y libertad, paz y salvo predial, paz y salvo de valorización, documento de identidad y escritura del vendedor. En casos de copropiedad, se exige también el paz y salvo de administración. Sin este trámite, no podrá obtener crédito hipotecario ni vender legalmente el inmueble.

La inscripción protege al comprador y da validez al negocio

Completar el trámite ante la Orip no solo garantiza el reconocimiento legal del propietario, sino que lo protege de estafas, evita que terceros inscriban derechos sobre la misma propiedad y permite conocer si hay gravámenes o embargos. Sin este paso, cualquier derecho adquirido es jurídicamente débil, y la Superintendencia de Notariado y Registro puede intervenir si hay irregularidades.