La reflexión sobre la seguridad en los estadios y la presencia de hinchas visitantes en el fútbol colombiano ha cobrado relevancia tras las recientes declaraciones de Sebastián Botero, presidente de Atlético Nacional.
Su postura es clara: “Mientras no exista una claridad en estos vacíos (reglamentarios), no nos sentimos tranquilos”. Este comentario surge a raíz de los disturbios ocurridos en el partido entre el cuadro verdolaga y Junior en el Atanasio Girardot, que terminó con enfrentamientos entre asistentes al escenario, la posterior suspensión del encuentro y la decisión dándole el partido perdido al local. Así lo dijo en entrevista en NOTICIAS CARACOL.
Sebastián Botero, presidente de Atlético Nacional
La posición de Atlético Nacional ante la Mesa de Convivencia de Medellín, de manera indefinida, es que no haya hinchada visitante para sus partidos en el Atanasio Girardot. pic.twitter.com/4dniHvc89Q
— Juan David Londoño (@juandl84) October 4, 2024
Botero plantea una cuestión fundamental: ¿Es viable continuar permitiendo el acceso de hinchas visitantes cuando no se tiene control absoluto sobre el comportamiento dentro del estadio? Desde su perspectiva, mientras existan vacíos en la gestión de seguridad y convivencia en los estadios, no hay garantías suficientes para permitir la presencia de ambas hinchadas. Su argumento toma relevancia con la determinación actual viendo afectado al club que preside en cuanto al resultado del compromiso.
La problemática no se reduce únicamente a la gestión de un partido en particular, sino a un desafío mayor: la creación de un entorno seguro para disfrutar del fútbol en paz. Botero invita a los “entes relacionados con el fútbol” a reflexionar y resolver los vacíos en la normativa y en la seguridad. La presencia de hinchas visitantes debe reconsiderarse cuidadosamente, pues aunque es esencial para el espectáculo, también puede generar un riesgo considerable si no se toman las medidas adecuadas. Esta declaración refleja una preocupación profunda por la seguridad, no solo del equipo y los jugadores, sino también de los aficionados que asisten a los estadios.
Tal situación expone una realidad difícil de ignorar: el fútbol colombiano aún enfrenta desafíos importantes en términos de convivencia en los estadios. Mientras no se resuelvan estos temas, Botero y otros dirigentes se ven en la difícil posición de cerrar las puertas a los aficionados visitantes. Sin embargo, su llamado es a la construcción conjunta de soluciones para que, en un futuro cercano, los estadios puedan ser espacios donde todos los hinchas, sin importar su equipo, compartan la pasión por el deporte sin temor a la violencia o las sanciones.
