Inicia una nueva era para el control migratorio, luego que el Servicio de Impuestos Internos (IRS) y el Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) hagan alianzas y pongan un plan de acción: tener acceso a los registros fiscales de los inmigrantes indocumentados. Para el lado del Estado, esta medida busca tener el control de los extranjeros; sin embargo, desde el punto de vista del inmigrante, ha generado mayor preocupación.
ICE pone ‘mano dura’ contra los inmigrantes indocumentados
Millones de indocumentadas en EE.UU. que han permanecido por años dentro del país sienten que tienen las horas contadas. ¿Qué ocurre con aquellos que no tiene los papeles en reglas, pero buscan hacer las cosas bien? Pongamos como ejemplo el caso de una inmigrante, quien reside en Houston y viene pagando sus impuestos más allá de su estatus actual, prestando servicios de limpieza en casas, hoteles y oficinas.
Ella podría buscar seguir en el anonimato para el IRS, pero su objetivo es que en algún momento modifique su calidad migratoria, ya que planea continuar con su vida en Estados Unidos. Además, sabe que en cualquier momento ICE podría detenerlo.
Entonces, ¿qué hacer con los inmigrantes indocumentados en esta situación? ¿Todos deben ser considerados por igual? Una estadística del Instituto de Impuestos y Política Económica, señala que alrededor de 97 millones de dólares en impuestos federales, estatales y locales son contribuidos por este sector poblacional. Deportarlos podría jugar en contra a los Estados Unidos; por su parte, ICE no da su brazo a torcer y está preparado para continuar con las detenciones y deportaciones masivas.