En 2025, el Seguro Social ha metido la tijera y no todo el mundo va a seguir recibiendo pagos. No hablamos de algo generalizado, no. Pero sí hay personas concretas que se han quedado fuera. Y no ha sido por casualidad ni por capricho, sino por una serie de cambios que, en fin, venían avisando. Lo que ocurre es que a veces uno no se entera hasta que deja de llegar el ingreso.
Resulta que la Administración del Seguro Social ha afinado los requisitos. Si no, el dinero no llega. Hay gente que, por ejemplo, no ha comunicado que se ha mudado. O que ha tenido ingresos extra y no lo ha declarado. O incluso que tenía papeles sin actualizar. Todo eso, sumado, ha hecho que muchos pagos se hayan quedado en el aire. O se hayan cortado directamente. A veces sin previo aviso, o con un margen muy justo para reaccionar.
Los recortes del Seguro Social y los norteamericanos que se quedan fuera de los pagos
Y si hablamos de quienes viven fuera de Estados Unidos, el asunto se complica un poco más. Desde enero, el control ha subido un escalón. Ya no basta con decir sigo aquí, todo igual. Ahora hay que demostrarlo. Si no entregas los documentos a tiempo, pues eso, el pago se congela. Y no es nuevo, ojo, pero en 2025 se han puesto mucho más estrictos. Y claro, el que no llega a tiempo, se queda sin cobrar.
Otra novedad que ha pillado a más de uno desprevenido: adiós a los cheques en papel. Sí, sí. Fin. Desde este año, todo va por transferencia o mediante una tarjeta prepago. Quien no se haya adaptado a ese sistema, lo lleva crudo. Esto lo han hecho para evitar fraudes, robos o pérdidas. Lo típico. Tiene sentido, pero claro, hay personas mayores que no tienen cuenta, ni tarjeta, ni saben cómo usar una app. ¿Qué pasa con ellas? Pues que si no han hecho el cambio, el dinero no llega.
La revisión de la concesión de beneficios de la SSA
La Administración ha dado opciones para ayudar, pero ya sabemos cómo va eso. Si no te enteras, si no haces el papeleo o si no tienes a alguien que te eche una mano, te quedas fuera. Y ahí estás tú, esperando un cheque que nunca llega, mientras en la tele dicen que el sistema es más seguro.
Además, se han puesto a revisar programas paralelos, como el de personas con discapacidad. No es raro, porque estas ayudas llevan años con cierto descontrol. Ahora miran con lupa si la situación médica del beneficiario sigue siendo la misma. Y si no lo ven claro, se acaba el pago. Así, tal cual. ¿Que hay casos en los que no han avisado bien o con tiempo? También. Por eso hay quien está muy enfadado. Porque no se enteraron hasta que ya era tarde para presentar nada.