Green Card vs Gold Card: así funcionaría la nueva Gold Card de Trump para la ciudadanía

Green Card vs Gold Card: así funcionaría la nueva Gold Card de Trump para la ciudadanía

Gold Card

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La Green Card ha sido durante décadas el gran premio para quienes quieren vivir y trabajar en Estados Unidos sin preocuparse por renovaciones de visa o permisos temporales. No es un camino fácil, pero una vez que la consigues, las puertas se abren de otra manera. Ahora, Donald Trump ha lanzado una nueva propuesta: la Gold Card. Suena pomposo, casi como si estuviéramos hablando de una tarjeta de crédito exclusiva, pero en realidad es una idea bastante sencilla: residencia a cambio de dinero.

Y no poco dinero, precisamente. Cinco millones de dólares, según se ha filtrado hasta ahora. Nada de trámites interminables, nada de esperar años en listas de espera. Si tienes la cantidad, entras. Es un atajo descarado, pero también una jugada estratégica. Mientras algunos lo ven como una manera de atraer capital extranjero, otros advierten que podría convertirse en una vía para la especulación inmobiliaria o incluso el blanqueo de dinero.

La Green Card, el camino de siempre

Conseguir la residencia permanente en EE.UU. no es cosa de un día. Hay que cumplir con requisitos estrictos, dependiendo de la vía por la que se solicite. Para los que tienen familiares directos en el país, el proceso suele ser más ágil, aunque eso no significa que sea rápido. Si se trata de una Green Card por trabajo, todo depende de las necesidades del mercado y de lo que cada solicitante pueda aportar.

También están los programas humanitarios, que permiten la residencia a personas refugiadas o asiladas. Y, por supuesto, el programa EB-5, que hasta ahora era la opción para quienes querían invertir su camino hacia Estados Unidos. Pero aquí viene el detalle: el EB-5 exige crear empleo. No basta con poner dinero y sentarse a esperar, hay que generar puestos de trabajo para estadounidenses.

¿Qué cambia con la Gold Card?

La idea de Trump elimina ese requisito. No hace falta contratar a nadie, ni demostrar que la inversión beneficia directamente a la economía. Solo pagar y obtener el pase. El modelo se parece bastante a lo que ya han hecho países como Portugal o Australia con sus «visados dorados». En algunos casos, estas iniciativas han sido un éxito económico. En otros, han terminado inflando los precios de la vivienda y complicando la vida de los residentes locales.

La gran pregunta es: ¿será esta Gold Card simplemente una versión más elitista del EB-5 o traerá realmente cambios estructurales en el sistema de inmigración estadounidense? Si la propuesta sigue adelante, no sería raro ver cómo el programa actual para inversores pierde relevancia y este nuevo modelo se convierte en la opción predilecta de los más ricos.

Como era de esperar, el anuncio ha generado opiniones de todo tipo. Para algunos, esto podría ser una inyección de capital en un momento en el que EE.UU. busca fortalecer su economía. Para otros, es una burla al sistema, porque mientras miles de personas esperan años por su Green Card, los que tienen suficiente dinero podrán saltarse la fila.

Además, hay quien teme que este sistema termine beneficiando a especuladores inmobiliarios más que a la economía real. Si los inversores ven esto como una oportunidad para comprar propiedades en Nueva York, Miami o Los Ángeles sin planes de vivir allí, los precios pueden dispararse aún más.

¿Qué pasará con quienes esperan su Green Card?

En teoría, la Gold Card no debería afectar a quienes ya están en proceso de conseguir la residencia por las vías tradicionales. Pero la realidad es que cualquier cambio en el sistema migratorio puede traer efectos secundarios. Si las autoridades se enfocan en atraer a grandes fortunas, es posible que los recursos para procesar otras solicitudes se vuelvan aún más limitados.

Queda por ver si esta medida realmente llega a aplicarse. Lo cierto es que, en un país donde la inmigración es un tema de debate constante, propuestas como esta siempre generan ruido. La Green Card seguirá siendo el camino para la mayoría, pero la Gold Card podría cambiar las reglas para aquellos que pueden permitírselo.

Al final, todo se reduce a una cuestión de acceso: ¿debería la residencia en Estados Unidos depender del mérito o del dinero? Trump ya dejó clara su respuesta. Falta ver qué dice el resto.