La Green Card, o Tarjeta de Residente Permanente, es básicamente el pase que permite a los inmigrantes vivir y trabajar en EE.UU. sin límite de tiempo. Suena simple, pero obtenerla no lo es tanto. Todo depende de varios factores: lazos familiares, una oferta de empleo, estatus de refugiado o incluso ciertas situaciones especiales. Cada caso tiene sus propios criterios y tiempos de espera, que pueden variar bastante según la vía por la que se solicite.
No todos los inmigrantes tienen que pasar por el mismo proceso. Algunos grupos pueden conseguir la residencia permanente mucho más rápido, dependiendo de su situación particular. Hay quienes tienen prioridad por vínculos familiares, otros por razones laborales y también están los refugiados o asilados, que tienen un camino más directo para obtener la tarjeta.
Quién tiene más facilidad para obtener la Green Card
Si hay un grupo que tiene ventaja en este proceso, son los familiares directos de ciudadanos estadounidenses. Los cónyuges, hijos solteros menores de 21 años y los padres de ciudadanos mayores de 21 pueden obtener la Green Card de manera casi automática, sin tiempos de espera prolongados.
Otros familiares también pueden solicitarla, pero en su caso el proceso es más lento. Las prioridades van en este orden: hijos solteros mayores de 21 años de ciudadanos estadounidenses, cónyuges e hijos de residentes permanentes, hijos solteros mayores de 21 años de residentes permanentes, hijos casados de ciudadanos estadounidenses y, por último, hermanos de ciudadanos estadounidenses. Cuanto más alejado sea el vínculo, más larga será la espera.
Otra forma de acceder a la residencia es a través del empleo. Pero no cualquier trabajador puede conseguirla fácilmente. EE.UU. da prioridad a ciertas categorías, sobre todo a personas con habilidades excepcionales en ciencias, educación, arte o deportes. También hay vías para ejecutivos de empresas multinacionales, investigadores destacados y profesionales con títulos avanzados.
En otros casos, pueden acceder trabajadores calificados con al menos dos años de experiencia, profesionales con estudios universitarios y trabajadores no especializados, siempre que haya demanda en su sector. Y luego están los inversionistas, quienes pueden obtener la Green Card si invierten una cantidad determinada de dinero en negocios dentro del país y generan empleo.
Refugiados y asilados: un camino más directo
Para quienes han llegado a EE.UU. en busca de protección, el proceso es distinto. Después de vivir en el país durante un año como refugiados o asilados, pueden solicitar la residencia permanente sin necesidad de pasar por los tiempos de espera que enfrentan otros grupos. Este beneficio también se extiende a sus cónyuges e hijos solteros menores de 21 años.
Hay ciertos inmigrantes que pueden conseguir la Green Card sin necesidad de esperar demasiado. Esto incluye trabajadores religiosos que desempeñan funciones en organizaciones sin fines de lucro, jóvenes que han sido víctimas de abuso o abandono, y ciudadanos afganos o iraquíes que han colaborado con el gobierno de EE.UU.
También hay opciones para víctimas de trata de personas o crímenes violentos. Quienes tienen una visa T (por haber sido víctimas de trata) o una visa U (por haber sufrido un crimen grave) pueden solicitar la residencia después de cumplir con ciertos requisitos.
Cómo solicitar la Green Card
El proceso varía dependiendo de si el solicitante ya está en EE.UU. o si aún se encuentra en otro país. En el primer caso, se hace a través de un ajuste de estatus con el Formulario I-485, que permite cambiar la situación migratoria sin salir del país. Si la persona está fuera de EE.UU., la solicitud se tramita a través de un consulado o embajada estadounidense.
¿Cuánto tarda el proceso?
Aquí no hay una respuesta única. Todo depende de la categoría de solicitud y del país de origen del solicitante. Algunas vías tienen límites anuales de visas, lo que puede retrasar el proceso varios años. Por eso, cada mes se publica el Boletín de Visas, que indica la disponibilidad de visas y las fechas de prioridad para cada categoría.
Aunque puede ser un proceso largo y con muchas reglas, algunos inmigrantes tienen una ruta más rápida hacia la residencia permanente. Todo depende de su situación y de las prioridades establecidas por el USCIS.