La jubilación es un tema que muchas personas creen dominar, pero, como indican encuestas recientes, la realidad puede ser muy diferente. La edad promedio a la que los estadounidenses se jubilan ronda los 62 años, una edad anterior a los 67 años que la mayoría de los trabajadores planean alcanzar. Más de la mitad (56%) de los jubilados terminan abandonando la fuerza laboral antes de lo esperado.
¿Qué impulsa estas jubilaciones tempranas? La respuesta a menudo se encuentra en problemas de salud, condiciones del mercado laboral y circunstancias de vida imprevistas.
La decisión de jubilarse anticipadamente está muy influida por problemas de salud. Alrededor del 38% de quienes se jubilan anticipadamente citan problemas de salud o discapacidades como la principal razón para dejar el trabajo. Esto pone de relieve el papel fundamental de la salud personal a la hora de configurar los planes de jubilación.
Aunque algunas personas sueñan con disfrutar de sus últimos años, la realidad es que la mala salud puede acabar abruptamente con sus años de trabajo. Si está pensando en jubilarse anticipadamente, es fundamental que se tome en serio su salud y planifique en consecuencia.
Conoce los ajustes del Seguro Social
Los cambios en la edad plena de jubilación también podrían afectar los beneficios de la Seguridad Social para millones de estadounidenses. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), aumentar la edad de jubilación reduce los beneficios de la Seguridad Social de por vida. Si los trabajadores esperan para solicitar sus beneficios hasta alcanzar la nueva FRA, recibirán el mismo pago mensual durante menos años. Por el contrario, si solicitan los beneficios a la misma edad que tendrían bajo la ley actual, sus pagos serán menores.
Por ejemplo, según la legislación actual, los trabajadores nacidos en 1972 cuya edad de jubilación mínima es de 67 años verán una reducción del 30 % en sus prestaciones si solicitan la Seguridad Social a los 62 años.
Si la edad de jubilación mínima aumenta a 69 años, esa reducción podría llegar al 40 %. Sin embargo, aquellos que retrasen el cobro de las prestaciones más allá de su edad de jubilación mínima pueden ver aumentados sus pagos hasta los 72 años. Está claro que el momento en que solicita las prestaciones puede afectar significativamente a sus ingresos de jubilación.
Prepárese para lo inesperado
Si bien muchas personas esperan jubilarse en sus propios términos, la realidad suele verse influenciada por factores externos como la salud, la pérdida del empleo y la inestabilidad financiera. Estos desafíos hacen que la planificación de la jubilación sea aún más importante. Invertir más ahora, reevaluar sus objetivos financieros y mantener un plan flexible podrían ser la clave para afrontar una jubilación anticipada si ocurre lo inesperado.
Consultar con un asesor financiero puede ayudarle a conocer mejor sus opciones. Puede ayudarle a revisar sus estrategias de inversión, ajustar sus planes de ahorro y asegurarse de que esté preparado para lo que le depare la vida.
En última instancia, es posible que la jubilación no siempre salga según lo planeado, pero cuanto más preparado esté, mejor podrá manejar las sorpresas en el camino.
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