La Administración del Seguro Social (SSA) se encarga de distribuir pagos a millones de personas en Estados Unidos. Hablamos de jubilados, pero también de quienes tienen una discapacidad que les impide trabajar y de ciertos familiares de trabajadores fallecidos.
Para muchos, este ingreso es su principal sustento, así que cualquier interrupción puede ser un problema serio. Cuando se trata de discapacidad, la SSA maneja dos programas con diferencias clave. Uno está ligado a tu historial laboral, el otro no.
Seguro por incapacidad del Seguro Social (SSDI)
Este beneficio está diseñado para quienes han trabajado y cotizado lo suficiente. El SSDI paga tanto al beneficiario como, en algunos casos, a ciertos miembros de su familia. ¿qué se necesita para acceder?
- Tener una discapacidad reconocida por la SSA.
- Haber trabajado los años mínimos requeridos y haber cotizado al seguro social.
Seguro de ingreso suplementario (SSI)
Este programa no exige que hayas trabajado antes. Su propósito es ayudar económicamente a personas mayores de 65 años o con discapacidad que tienen recursos limitados. El dinero del SSI está pensado para cubrir gastos esenciales como vivienda, comida y ropa.
¿Por qué podrías dejar de recibir tu pago del seguro social?
Incluso si cumples los requisitos al principio, hay circunstancias en las que la ssa puede cortar tu beneficio. Lo mejor es conocerlas para evitar sorpresas.
si vuelves a trabajar y superas cierto nivel de ingresos
La SSA permite a los beneficiarios del SSDI trabajar durante un período de prueba de hasta nueve meses sin que eso afecte su pago. Pero hay un límite: si pasado ese tiempo ganas más de $1,550 al mes (cifra sujeta a cambios anuales), la SSA podría suspender tu beneficio porque considera que estás ganando lo suficiente para mantenerte.
Esto no significa que trabajar esté prohibido, pero hay que tener cuidado con los ingresos. lo mejor es notificar cualquier cambio a la SSA y llevar un control de lo que se gana para no sobrepasar el límite.
Si te condenan a prisión
Otra razón que puede hacer que pierdas tu pago es estar en prisión por más de 30 días. Mientras dure la condena, la SSA suspenderá los pagos. Eso sí, al salir de la cárcel es posible solicitar la reactivación del beneficio.
Un dato importante: aunque la persona en prisión deje de recibir el dinero, algunos familiares dependientes podrían seguir cobrando la ayuda, dependiendo del caso.
Cómo asegurarte de que no te quiten el beneficio
Para evitar problemas, la SSA recomienda:
- Avisar cualquier cambio en la situación laboral o los ingresos.
- No superar el límite de ingresos si se está en un periodo de prueba laboral.
- Mantener actualizados los datos personales en la SSA para recibir información relevante.
Conocer bien los requisitos del seguro social es clave para no llevarse sustos. La administración del seguro social ofrece herramientas para que los beneficiarios tengan claro qué hacer y qué evitar. Lo importante es estar al tanto y no dejar que un despiste ponga en riesgo un pago que puede ser fundamental para el día a día.