El 1-0 sobre Deportivo Pasto en el Campín reafirma la labor de Alberto Gamero como director técnico. Desde su llegada al banquillo, Gamero ha logrado construir un equipo competitivo que se ha convertido en un habitual protagonista de la Liga BetPlay manteniendo un estilo de juego equilibrado y efectivo que le ha permitido estar entre los mejores del país. Esta racha de clasificaciones no solo habla del buen momento actual del equipo, sino también de una identidad y disciplina que ha sido el sello de este proceso.
⏱️ 90′ ¡3 puntos azules en El Campín para asegurar la clasificación! ⚽️💙🔥 ¡VAMOS MILLONARIOS!
🔵⚪️ MFC 1️⃣ – 0️⃣ PAS 🔴🔵 pic.twitter.com/uRtAvuIi9y
— Millonarios FC (@MillosFCoficial) November 4, 2024
La última vez que Millonarios no logró acceder a esta fase semifinal fue en 2020, cuando se quedó en la décima posición con 30 puntos en el Todos contra Todos, a solo dos unidades del octavo lugar. Curiosamente esa temporada también estuvo bajo la dirección de Gamero, quien recién comenzaba su proyecto en el equipo embajador. Fue un primer paso difícil, pero ese tropiezo se convirtió en la base para construir el equipo sólido que vemos hoy, un conjunto con personalidad, disciplina táctica y un enfoque claro en cada fase del torneo. Desde entonces, Millonarios ha sido un ejemplo de constancia y trabajo bien hecho en el fútbol colombiano.
El mérito de Gamero va más allá de las clasificaciones consecutivas. Ha sabido mantener un plantel que combina experiencia y juventud, desarrollando a talentos emergentes mientras sostiene a figuras claves. Esta mezcla ha permitido a Millonarios adaptarse a distintos retos y, sobre todo, mantenerse competitivo a lo largo de los años. Con cada cuadrangular alcanzado, la expectativa y confianza de la afición aumentan, y el equipo sigue respondiendo con un fútbol que respeta los principios del club: posesión inteligente, solidez defensiva y mentalidad ofensiva.
Hoy, el presente de Millonarios con Gamero como DT es una muestra de cómo la perseverancia y la continuidad en el trabajo dan sus frutos. Los hinchas embajadores saben que pueden esperar un equipo que pelea hasta el final y esta octava clasificación consecutiva es el reflejo de un proceso serio y comprometido.
