Durante su etapa como juvenil, cuando era un jugador lleno de condiciones, pero al que pocas oportunidades le daban por su físico. Cuadrado era pequeño y flaco. Difícilmente los entrenadores le daban opción porque la primera impresión ocultaba su talento innato.
Ese factor es el que finalmente consideraron en Boca Juniors, cuando Juan fue a probar suerte allí. Ya había estado antes en Tiro Federal y en ningún club quedó. De cualquier manera, “me sirvió porque pude tener experiencia, la forma de trabajar en Argentina, todo sirve y cuando va pasando el tiempo, todo lo que va pasando ayuda para bien”.
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Cuadrado recordó esa etapa de su vida en una entrevista que le dio a RCN. Él también admitió que su físico por aquel entonces no le sirvió mucho. “Diosito estuvo ahí conmigo, siempre era fuerte, aunque las cosas eran difíciles y se me cerraron muchas puertas. Pero como era muy chiquito y flaquito, se hacía difícil, pero siempre tuve en mi cabeza que lo iba a lograr, siempre le pedí a Dios”.
Actualmente en la Juventus, Juan sigue al pie de la letra las recomendación es de las autoridades sanitarias que hay en territorio italiano. Entrena siguiendo las rutinas a distancia y guarda la esperanza de regresar a competencia pronto, cuando los problemas derivados por la pandemia hayan sucumbido.
