La participación de Santa Fe en cuadrangulares ha sido, hasta ahora, una profunda decepción. Pasó de entrar con el punto invisible a sufrir 3 caídas al hilo.
El equipo bogotano llegó a esta fase siendo uno de los mejores equipos del Todos contra Todos. Clasificó como cabeza de grupo, pero en 3 partidos no ha logrado sumar puntos ni goles. La reciente derrota fue por 1-0 visitando a Deportivo Pasto en el estadio Libertad. Con ella selló un arranque desastroso que ya había estado marcado por las caídas ante Atlético Nacional (5-0) y Millonarios (0-1).
El gol con el que Santa Fe perdió en Pasto (Win Sports)
⚽🌋🔥¡Golazo de Israel Alba! ¡Pasto logró abrir el marcador y ahora le gana por la mínima diferencia a Santa Fe!#LALIGAxWIN pic.twitter.com/acIWo1OEQk
— Win Sports (@WinSportsTV) November 30, 2024
¿¡Qué pasó, Santa Fe!?
La fase definitiva del certamen la empezó con goleada sufrida en el Atanasio Girardot ante Atlético Nacional. ¡5-0! Ese día Santa Fe mostró una vulnerabilidad alarmante en defensa y poca capacidad de reacción. Luego, en la posibilidad de reaccionar afrontando el clásico capitalino siendo local, volvió a fallar. Derrota por 0-1 para achicar su margen de error y jugarse todo en la visita a Pasto. Y ahí falló de nuevo. La historia fue similar: un equipo sin ideas claras, sin contundencia y con escasa conexión entre líneas. Derrota por 1-0 (gol de Israel Alba).
Lo más preocupante para los hinchas cardenales es la falta de gol. No es común ver a un Santa Fe que no celebre ni una sola anotación en 3 partidos consecutivos, especialmente en una fase crucial como esta. La ausencia de respuestas en el ataque ha generado descontento en la afición, que esperaba un rendimiento acorde con el cartel de ser cabeza de grupo. Ahora, el equipo no solo está eliminado de manera virtual, sino que enfrenta la necesidad de replantear seriamente su enfoque táctico para evitar que esta racha negativa afecte futuros proyectos.
El panorama para Santa Fe es sombrío, pero también plantea una oportunidad para aprender de los errores y reestructurar la forma en que enfrenta partidos decisivos. Pablo Peirano, en el ojo del huracán, tiene el reto de cerrar este cuadrangular de la mejor manera posible, buscando al menos un respiro en los resultados. Por ahora, el equipo capitalino vive un cuadrangular para el olvido, marcado por la ausencia de puntos, goles y un rumbo claro.
