Aunque hay crisis de resultados, la credibilidad ante los hinchas no es la mejor y el ambiente conspira con mejores épocas, en Atlético Nacional no quieren cambiar el rumbo de la dirección técnica.
La decisión, que ya es un secreto a voces, es apostar por la continuidad de Jhon Bodmer. La dirigencia no pretende un remezón en la dirección técnica de un barco que, aunque no marcha como debería, es parte del proceso. Así lo entienden ellos, muy a pesar del significativo contraste de odios y críticas en un grueso sector de la afición.
Los números sobre el desempeño del entrenador no avalan su continuidad en el equipo. A la fecha, Atlético Nacional bajo la conducción de Bodmer tiene un 47% en sus primeros 20 partidos, inferior a lo que hicieron otros entrenadores con quienes no hubo la paciencia que en este caso se evidencia con el actual estratega a cargo del cuadro antioqueño.
El balance del equipo no es el mejor, aunque la responsabilidad no recae del todo en él. La dirigencia optó por desarrollar un plan con varios jugadores producto de las divisiones menores, sin la experiencia suficiente. Eso pesa en un club como Atlético Nacional.
Esta voz de respaldo se da en medio de una crisis de resultados. El verde paisa tiene en su horizonte inmediato la visita al Deportivo Cali del próximo 16 de febrero. Luego asume la responsabilidad de la fase previa en Conmebol Libertadores contra el vencedor de la serie entre Aucas de Ecuador y Nacional de Paraguay. Para cerrar este mes recibe a Jaguares, visitará a La Equidad y disputará como local el partido de vuelta por la serie del certamen internacional.
Es decir, le quedan unas semanas claves para resolver su futuro en competencia internacional, más una recuperación de resultados en la liga local donde cada vez su margen de error es más estrecho por cuenta de las voces en contra del actual proceso.
