El defensor argentino pagó carísimo un mal control en salida, pero el VAR llamó y la acción se tuvo que invalidar.
Se juega la final del fútbol colombiano entre Independiente Medellín y Junior de Barranquilla mientras el marcador global está igualado a 3 goles. En ese contexto, apareció un error que pudo definir las cosas desde el primer tiempo dándole la ventaja al equipo local, pues se perdió un balón en salida que de manera inmediata había terminado en gol.
En un saque de banda, una jugada muy tranquila, el balón llegó a los pies del defensor argentino Emanuel Olivera, quien intentó controlar, pero no pudo. Ahí apareció Daniel Torres, quien con una entrada fuerte se robó al balón y se metió al área solo y sin marca. Remató él mismo al arco y la mandó al fondo de la red, pero la alegría duro muy poco ante el llamado del VAR.
Resulta que en la acción donde Torres recuperó la esférica, el balón le terminó pegando en el antebrazo. Por esta razón, el juez central del compromiso, Nicolás Gallo, revisó la acción en el monitor del VAR y terminó invalidando la acción. Se salvó el Junior y se salvó Olivera de un error que se suma a una lista de imprecisiones que le han costado partidos al cuadro barranquillero.
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