Las posibles consecuencias de la retirada del billete de 100 dólares de circulación han sido objeto de debate entre numerosos economistas y responsables políticos destacados en los últimos años. Puede resultar sorprendente, pero una cantidad significativa de estos billetes que existen ni siquiera están en circulación en Estados Unidos; están almacenados en el extranjero.
Lo que sigue es un análisis exhaustivo de las razones por las que ciertas personas abogan por la abolición del billete de 100 dólares, así como las posibles implicaciones para la economía, las empresas y los consumidores.
La presencia global del billete de 100 dólares
Uno de los billetes de mayor circulación en todo el mundo es el de 100 dólares. De hecho, se calcula que aproximadamente dos tercios de todos estos billetes se guardan fuera de los Estados Unidos.
A pesar de su uso limitado en las transacciones domésticas diarias, el billete de 100 dólares representa casi el 78% del efectivo en circulación, según la Reserva Federal.
El billete de 100 dólares suele reservarse para transacciones más grandes y menos frecuentes o para uso internacional, mientras que la mayoría de las personas optan por denominaciones más pequeñas, como billetes de 20 o 50 dólares, para sus compras habituales.
¿Cuál es el propósito de eliminar el billete de 100 dólares?
Se han presentado numerosos argumentos a favor de la abolición del billete de 100 dólares de la circulación. La razón más importante es la de mitigar actividades ilícitas como la financiación del terrorismo, la evasión fiscal y el blanqueo de dinero. Los billetes de gran denominación facilitan la ocultación de actividades ilícitas. Países como la Unión Europea y Canadá ya han eliminado monedas de gran denominación (por ejemplo, el billete de 500 euros) debido a preocupaciones comparables.
Kenneth Rogoff, profesor de Harvard, y otros economistas sostienen que la eliminación de los billetes de alto valor también podría atraer más actividad financiera al sistema bancario formal, donde se la puede gravar y regular. En su libro The Curse of Cash (La maldición del efectivo), Rogoff postula que la eliminación de los billetes de gran valor, como el de 100 dólares, podría mitigar la economía clandestina y la evasión fiscal.
¿Inconvenientes para el consumidor o sociedad sin dinero en efectivo?
Aunque las ventajas potenciales son evidentes, existen objeciones legítimas a la eliminación del billete de 100 dólares. Por ejemplo, los críticos sostienen que la eliminación de gran denominación podría tener un impacto perjudicial en las personas que prefieren o dependen del efectivo para sus transacciones.
Esto podría tener un impacto desproporcionado en las poblaciones de bajos ingresos y de edad avanzada, que pueden no tener un acceso sencillo a los sistemas de pago digitales. Además, en los países con acceso restringido a los servicios bancarios, el dinero en efectivo sigue siendo el principal método de transacción.
También existe la duda de si la eliminación de los billetes de gran valor reduciría efectivamente las actividades ilegales. Los delincuentes podrían simplemente pasar a utilizar denominaciones más bajas o formas alternativas de moneda, como las criptomonedas.
¿Habría consecuencias económicas?
La eliminación del billete de 100 dólares tendría un impacto significativo en la economía, particularmente en el ámbito de la política monetaria. Por ejemplo, el Departamento del Tesoro podría incurrir en mayores gastos de impresión y mantenimiento si la demanda de denominaciones más pequeñas se ve estimulada por la eliminación de los billetes de denominación alta.
Además, el billete de 100 dólares se utiliza con frecuencia como reserva de valor, particularmente en países extranjeros con monedas inestables. Los sistemas financieros de esas regiones podrían verse perturbados por su eliminación.
La inflación es otro tema de preocupación. Algunos sostienen que la Reserva Federal podría ejercer un mayor control sobre las presiones inflacionarias restringiendo la disponibilidad de cantidades sustanciales de moneda física. Sin embargo, algunas personas consideran que este es un resultado improbable, como resultado de la importante función que desempeñan el dinero digital y otros instrumentos financieros en las economías contemporáneas.