Si cobras el Seguro por Incapacidad del Seguro Social SSDI, este mes tu pago llegará en una de tres fechas: el 11 (que ya ha llegado), el 18 o el 25 de junio, dependiendo del día en que naciste. El depósito promedio para beneficiarios es de $1,537, aunque puede ser más alto si tienes un historial de ingresos elevado.
Estos pagos son automáticos y se depositan directamente en tu cuenta bancaria o tarjeta Direct Express. No necesitas hacer ningún trámite adicional, pero sí es importante que sepas cuándo te toca para revisar que todo esté en orden.
Fechas confirmadas del SSDI en junio según tu día de nacimiento
La SSA divide los pagos mensuales según tu fecha de nacimiento. Si naciste entre el 1 y el 10, tu depósito ya fue emitido el 11 de junio. Los nacidos entre el 11 y el 20 recibirán su dinero el 18 de junio, y para los que cumplen entre el 21 y el 31, la fecha de pago será el miércoles 25 de junio.
Este esquema de pagos se repite cada mes y es el mismo tanto para jubilados como para quienes reciben SSDI. Si aún no has recibido tu pago en la fecha correspondiente, es posible que el banco tarde un poco más en procesarlo.
Si llega la fecha y no ves el depósito, lo primero es esperar tres días hábiles. Pasado ese plazo, puedes contactar a la SSA con tu número de Seguro Social y tus datos bancarios listos. También puedes revisar tu cuenta en my Social Security para confirmar el estado del pago. Evita dar tu información personal por teléfono o mensaje si no estás completamente seguro del origen. La SSA no solicita datos sensibles por estas vías.
Un dato importante sobre futuros pagos del SSDI
Si este mes estás cobrando por primera vez, o si tu situación ha cambiado, es útil que revises si todo está actualizado en tu expediente. Por ejemplo, cambios en tu banco, en tu dirección o en tu estado de discapacidad pueden afectar los tiempos del depósito.
También es buena idea consultar tu historial de pagos desde el portal de la SSA. Allí puedes ver cuándo llega el próximo cheque y verificar si tu monto mensual ha cambiado. Así, mantienes el control total sobre lo que te corresponde.