El cheque de estímulo de $1,400 no fue una ayuda cualquiera. El IRS lo puso en marcha en plena pandemia para echar un cable a quienes más lo necesitaban. Y ojo, que no hablamos de una ayuda aislada, sino del tercer pago directo aprobado dentro del plan de emergencia que lanzó el gobierno estadounidense en ese momento tan complicado.
¿El objetivo? Pues sencillo: aliviar, aunque fuera un poco, la presión financiera de millones de personas que se quedaron en el aire por culpa del COVID. Pero claro, una cosa es recibir esa ayuda cuando toca… y otra muy distinta es intentar repetir jugada. Porque ahí el panorama cambia por completo.
Quién tenía derecho a ese cheque de estímulo
Aquí no había magia ni misterio. El IRS miraba los datos de las declaraciones de impuestos, las de 2019 o 2020, según el caso, y decidía si una persona podía o no recibir el cheque de estímulo de $1,400. Si habías ganado menos de 75.000 dólares al año (o 150.000 si hacías la declaración conjunta con tu pareja), te tocaba el importe completo. Pero si tus ingresos pasaban de ahí, la cosa iba bajando hasta que, al superar cierto umbral, ya no veías ni un centavo.
O sea, todo muy matemático. Pero, a pesar de eso, aún hay quien no lo recibió. Y para eso está el siguiente paso.
Si por alguna razón te quedaste fuera del pago, ya sea porque el IRS no tenía tu información o porque los cálculos no cuadraron del todo, se abrió una puerta alternativa: el Crédito de Recuperación de Reembolso. Básicamente, es un ajuste que puedes incluir al presentar la declaración de impuestos de 2021. Un ajuste que, si te corresponde, te devuelve ese dinero que no llegó en su momento.
Ahora bien, cuidado con tirar de ese recurso si ya cobraste todo lo que te tocaba. Porque ahí es donde empiezan los líos de verdad.
Por qué algunas personas cobraron o volvieron a pedir el cheque de estímulo
A ver, parece obvio, pero nunca está de más repetirlo: si ya recibiste el cheque de estímulo, volver a pedirlo puede salirte caro. Muy caro, de hecho. El IRS tiene sistemas que funcionan como un reloj suizo. Detectan duplicados, anomalías, intentos de colarse por la puerta de atrás… y cuando eso pasa, no se andan con rodeos.
Si resulta que te pagaron dos veces por error o por un intento de avispado, te tocará devolver el dinero. Y no solo eso: con intereses. Y con penalizaciones que no son precisamente simbólicas. En fin, un lío.
Multas muy elevadas por solicitar pagos del doble cheque de estímulo
Hay quien piensa que, bueno, si lo pillan, lo devuelvo y ya está. Pero no funciona así. Si reclamas ese cheque sin que te toque, la multa puede llegar al 20% de lo que recibiste de más. Es decir, si hablamos de esos $1,400, la broma puede costarte unos $280 extra. Y eso sin contar los intereses, que se acumulan día tras día.
En resumen: no es solo devolver lo que te dieron. Es pagar por haberlo pedido sin derecho. Y si no estás preparado para eso, mejor no jugar con fuego.
Al final, la clave está en algo tan básico como presentar bien la declaración de impuestos. Es decir, con los datos correctos, sin intentar colar cosas que no tocan. Porque el sistema puede tener sus fallos, sí, pero en temas como este es bastante claro y preciso.
El riesgo de reclamar pagos del SSA o el IRS cuando no te corresponden
Reclamar ayudas cuando no se cumplen los requisitos, además de generar sanciones, te deja una marca. Y esa marca puede arrastrarse durante años, afectando otros trámites o futuras devoluciones. Vamos, que no merece la pena por intentar rascar unos cuantos dólares de más.
El cheque de estímulo de $1,400 fue una medida excepcional para un momento crítico. Y por eso mismo, se trató como algo serio. Si lo recibiste, perfecto. Si no, y te tocaba, también tienes derecho a reclamarlo. Pero si ya te lo pagaron y aun así insistes en pedirlo otra vez… ahí es cuando el IRS actúa.
Y cuando lo hace, no hay vuelta atrás. Por eso, más vale revisar bien tus papeles, ser honesto y evitar dolores de cabeza innecesarios. Porque una cosa es necesitar ayuda, y otra muy distinta es jugársela al todo o nada con Hacienda.