En esa habitual idea que se tiene el DIM de contar con un zaguero extranjero, durante el 2011 se llegó a este curioso brasilero: Davi Rancan.
A mediados de ese año y buscando fortalecer la defensa para el plantel que dirigía Luis Guillermo Berrío, apareció esa posibilidad. Era un futbolista brasilero con experiencia en el exterior. Canterano de Santos FC. Había jugado en su país natal con Internacional Limeira; en Rumania con Otelul Galati, en Sudáfrica con Moroka Swallows y en Finlandia con Inter Turku. ¡Rarísima trayectoria! Tenía 30 años. Su nombre fue ofrecido al Poderoso y llamó la atención. Llegó como fichaje por un año.
Davi Rancan en el Medellín
Llegó a un equipo en el que el principal futbolista brasilero ha sido el mítico Víctor Ephanor. Dejar huella como él era su objetivo, aunque en una función diferente en la cancha. Cuando llegó, ya se había graduado en Educación Física. Su vida en el exterior la llevó entre el fútbol y el sacar adelante esa carrera, pensando en la vida después del fútbol. Al llegar al FPC, lo hizo con esta convicción: «En la cancha me quiero morir, nunca me gusta perder».
Su experiencia duró 30 partidos en un año (5 de Copa). Jugó con el Teacher Berrío y Bolillo Gómez como entrenadores. Marcó un par de goles. Se los hizo a Deportes Quindío y Once Caldas, las dos veces con Independiente Medellín jugando de local. El vínculo terminó, no fue renovado y por ende salió del equipo, sin lograr el objetivo inicial. Salió sin dejar mayor recordación en el club.
Davi Rancan y una formación de aquel Independiente Medellín
Luego del DIM, un par de últimas experiencias y el retiro
Estuvo poco más de un año sin jugar al salir de Independiente Medellín. Lo siguiente en su carrera volvió a hacerlo en su natal Brasil, en una categoría de ascenso. Jugó con Penapolense en el 2014 y ahí puso fin a una carrera de poco más de una década, luego del intento fallido de arribar a El Salvador para jugar con CD Águila.
