Por los cuartos de final en el Mundial Sub-20 de Polonia, Ucrania derrotó a Colombia por 1 – 0, anotación registrada en el primer tiempo. No le alcanzó a la Tricolor para darle vuelta al resultado.
Un error se paga caro en este tipo de instancias, contra un rival que apelando al orden y sacando ventaja de las falencias colombianas se adueñó del resultado. Danylo Sikan hizo el 1 – 0 en el minuto 11 del primer tiempo. Aunque hubo tiempo para cambiar el curso de la historia, la Tricolor careció del fútbol ofensivo suficiente para hacerle daño a su rival europeo.
Ucrania, calculador, recurrió a su organización defensiva. Sus respuestas en ataque se generaron en la medida que Colombia concediera algunos espacios, algo más recurrente durante el segundo tiempo. Arturo Reyes le dio más picardía a los ataques del cuadro nacional con los ingresos de Johan Carbonero y Déiber Caicedo.
Hubo toques, opciones de gol que no se vieron antes del descanso. Era el momento de Colombia, que asumiendo riesgos también sufrió con los contragolpes de Ucrania. Los mejores momentos del seleccionado nacional se observaron tras el minuto 70, cuando por fin demostró que desde el talento y las asociaciones le hacía daño a su oponente.
Lamentablemente para Colombia una acción de falta, revisada en el VAR, determinó la expulsión de Carbonero. En el peor instante la ilusión por llegar al empate se complicó más. El golpe de gracia propinado a la tricolor no fue otro gol, sino la cartulina roja.
El amor propio tampoco fue suficiente. Ucrania solo estaba preocupada por mantener el balón lo más lejos de su portería. Con 5 minutos de adición, la Tricolor lo dejó todo en busca de la igualdad. Corazón hubo, el tiempo no alcanzó. Un despiste castigó al equipo nacional, cuya despedida del Mundial se da sin negar una gota de sudor.
