Walmart, un gigante del retail, busca campear satisfactoriamente y con estrategias los impuestos por aranceles. La imposición del 25% a productos importados impactan con firmeza al retail de Estados Unidos. El sector de artículos domésticos, juguetes, accesorios y utensilios de cocina es uno de los sectores más afectados, pues los costos de producción se han incrementado desmesuradamente.
Ante esta crisis, Walmart se encuentra tomando medidas para frenar el impacto en sus operaciones, clientes y proveedores. El desafío es mayúsculo, pues la empresa debe mantener precios bajos en tiempos de inflación e imposiciones de aranceles. Más allá de la situación que atraviesa el sector, el mercado minorista se ha comprometido en continuar ofreciendo precios accesibles a sus clientes.
En ese sentido, las negociaciones con proveedores empiezan a tallar y estas se han vuelto más complejas porque ya existen contratos definidos. A pesar de ello, Walmart viene trabajando con sus socios comerciales para obtener una salida que minimice el impacto impuesto por los aranceles y no reflejar esos costos adicionales al cliente.
Walmart planea estrategia ante aranceles
Quizás el enfoque más viable que ha optado la empresa es la de absorber parte de las pérdidas. Walmart sabe que mantener su cuota de mercado necesita sacrificios financieros de manera temporal, sobre todo si busca conservar la lealtad de sus consumidores.
Al no incrementar los costos, la empresa busca posicionarse como la alternativa más estable y económicamente viable frente a las demás opciones de mercado.
Aparentemente, esta decisión que a todas luces es estratégica parece ser muy riesgosa, pero cuando se aplica en el entorno donde el comportamiento del consumidor cambia abruptamente, puede favorecer y marcar la diferencia entre los competidores.
Marcas propias de Walmart como respuesta
Otra de las estrategias planteadas por el gigante del retail es diversificar su portafolio de productos. No se enfocará en marcas de terceros, pero potenciarán el desarrollo y promoción de sus marcas propias.
Este plan les permite mantener la relación calidad-precio por el que se ha caracterizado, y además cuentan con un mayor control en el proceso y los márgenes.
El hecho de apostar por la diversificación de categorías, les permite a los clientes hallar alternativas más asequibles en una misma línea de productos. Por ejemplo, si un utensilio de cocina importado subió su precio por los aranceles, es posible que exista una opción muy parecida de marca propia y a un preciso más económico.
La percepción del consumidor final es que, a pesar del incremento de precios en algunos productos, Walmart continúa siendo una de las mejores alternativas y la más conveniente a la hora de comprar.