Lo que hace décadas Facebook era la plataforma perfecta para interactuar con tus familiares y amigos, parece llegar a su fin. Actualmente, Mark Zuckerberg enfrenta un juicio impulsado por la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC). La acusación contra Meta se centra en la supuesta eliminación de competidores mediante «adquisiciones asesinas», una estrategia que ahora pone en riesgo la posesión de WhatsApp e Instagram. Un juez será quien decida sobre la legalidad de estas prácticas.
Hechos asombrosos han salido a la luz en el juicio que comenzó el 14 de abril, planteando dudas sobre la legalidad de la compra de WhatsApp (US$1.000 millones) e Instagram (US$19.000 millones). En el testimonio, Zuckerberg admitió el cambio en el uso de Facebook, alejándose de su propósito original. ¿Será el fin?
Facebook ya no es lo mismo que antes
En el marco de un juicio federal antimonopolio, Mark Zuckerberg admitió que la misión primigenia de Facebook, centrada en «conectar y compartir», ya no es prioritaria. El director ejecutivo de Meta describió la plataforma como un «espacio amplio de descubrimiento y entretenimiento», señalando una menor dedicación al fomento de vínculos personales.
Lo que antes congregaba personas ahora es un scroll sin fin de contenido, orquestado por inteligencia artificial para potenciar la participación y la visualización de publicidad.
FTC vs. Meta, un enfrentamiento que continuará en los próximos meses
Mark Zuckerberg testificó en relación con una importante demanda antimonopolio federal de la FTC, la cual cuestiona la estrategia de Meta, bajo su liderazgo, de adquirir rivales potenciales en lugar de competir, una práctica bajo creciente observación en el sector tecnológico.
La estrategia de «comprar, no competir» que Zuckerberg contemplaba en mensajes internos de 2008, con Instagram como objetivo principal, se implementó en 2012. La adquisición de IG por mil millones de dólares se justificó entonces como una acción para frenar el avance de competidores emergentes como Twitter.
Dada la flexibilidad de las leyes antimonopolio en EE. UU., la FTC tiene ahora una ardua labor para demostrar la ilegalidad de las adquisiciones. James Boasberg, quien es el juez a cargo de este proceso, ya cuestiona la validez de los argumentos presentados por la FTC.
¿Qué viene ahora contra Meta?
La FTC ahora se enfrenta a la tarea de demostrar que dichas adquisiciones violaron las leyes antimonopolio estadounidenses, un desafío dados los estándares permisivos de Estados Unidos. El juez James Boasberg, a cargo del caso, ya ha expresado su escepticismo sobre la validez de los argumentos de la Federal Trade Commission (Comisión Federal de Comercio).
La primera fase del juicio se extenderá hasta julio de 2025. Una victoria de la FTC daría paso a una segunda etapa más exigente, cuyo objetivo sería argumentar que la desinversión de Meta en Instagram y WhatsApp generaría beneficios directos para la competencia y los consumidores.