La Ley de Equidad del Seguro Social es una de esas reformas que llegaron en los últimos compases de un gobierno, en este caso, el de Joe Biden. Su objetivo es eliminar dos reglas que, hasta ahora, reducían los beneficios de ciertos jubilados y, a la vez, eximían a algunos de pagar impuestos sobre ingresos extra. Un cambio que, como era de esperar, no ha pasado desapercibido.
El Seguro Social, gestionado por la Administración del Seguro Social SSA, garantiza pensiones a los trabajadores estadounidenses cuando se jubilan, en función de lo que hayan cotizado a lo largo de su vida laboral. Hasta ahora, había ciertas normas que penalizaban a quienes, además de cobrar del Seguro Social, tenían ingresos de empleos no cubiertos por este sistema.
Lo que cambia con esta nueva ley del Seguro Social y por qué importa
Con la nueva ley desaparecen dos disposiciones clave: la Disposición de Eliminación de Ganancias Inesperadas WEP y la Compensación de Pensiones del Gobierno GPO. Estas medidas reducían o incluso eliminaban beneficios del Seguro Social para quienes recibían pensiones derivadas de trabajos en los que no habían pagado impuestos al Seguro Social. El cambio elimina esa penalización, pero introduce una nueva obligación tributaria para los afectados.
Uno de los efectos más inmediatos de esta reforma es la devolución de los beneficios que habían sido recortados. La SSA ya ha empezado a repartir estos pagos retroactivos a quienes fueron perjudicados por las reglas anteriores. Según datos recientes, para el 4 de marzo de 2025, más de 1,1 millones de personas han recibido en total más de 7.500 millones de dólares. Esta cifra es resultado directo de la eliminación de las normas WEP y GPO, que afectaban a una parte significativa de la población.
En promedio, cada beneficiario ha recibido unos 6.710 dólares en concepto de compensación. Una cifra que, para muchos, supone un alivio tras años de reducción injustificada en sus pagos.
¿Quiénes son los más impactados por este cambio en el SSA?
La eliminación de las disposiciones WEP y GPO beneficia a muchas personas que llevaban años viendo cómo sus pagos del Seguro Social eran recortados simplemente por recibir pensiones de trabajos no cubiertos por este sistema. Esta situación afectaba especialmente a quienes, aunque trabajaban en empleos fuera del Seguro Social, contaban con ingresos adicionales que quedaban exentos de impuestos.
Antes de la reforma, estos jubilados sufrían una doble situación injusta: por un lado, recibían menos dinero del Seguro Social, y por otro, no pagaban impuestos sobre esos ingresos extra. Ahora, con la eliminación de las reducciones, ya no perderán parte de su pensión, pero deberán empezar a tributar por esos otros ingresos.
Los efectos en los pagos del seguro social del cambio de ley
El otro gran efecto de la Ley de Equidad es que quienes antes estaban exentos de pagar impuestos sobre sus ingresos adicionales ahora deberán ajustarse a las normas fiscales estándar. Dicho de otra manera: ya no perderán parte de su pensión del Seguro Social, pero deberán tributar por lo que ganen aparte.
Este cambio impactará sobre todo a aquellos con pensiones gubernamentales o de trabajos que antes quedaban fuera del sistema de cotización del Seguro Social. Para la mayoría de los contribuyentes no es nada nuevo, pero para quienes hasta ahora estaban exentos, sí supone un ajuste.
Desde que la Ley de Equidad entró en vigor, la SSA ha trabajado en su aplicación. El comisionado interino de la SSA, Lee Dudek, ha asegurado que el proceso avanza rápido y que están cumpliendo con lo prometido. La eliminación de las disposiciones WEP y GPO no solo supone una mejora para quienes tenían pensiones fuera del sistema, sino que también facilita el acceso a los pagos retroactivos, beneficiando directamente a más de 3,2 millones de personas en todo el país.