Hay ayudas que son pequeñas, otras que pasan desapercibidas y luego está SNAP. Este programa no es una simple ayuda, es, para mucha gente, el pilar que sostiene la despensa. Una línea que separa lo justo de lo insuficiente. En Texas, donde la vida puede cambiar mucho de una zona a otra, SNAP se ha convertido en algo que forma parte del día a día de miles de familias. No es un ingreso más, no es un capricho, es esa tarjeta que se mira con esperanza cada vez que toca pasar por caja en el súper.
La gestión, en este caso, corre a cargo de Texas Health and Human Services. Ellos son los que cogen las normas del gobierno federal, esas que salen del Departamento de Agricultura, y las ajustan al terreno. Porque no es lo mismo una madre sola en El Paso que una pareja sin trabajo en un pueblo perdido del interior. Cada caso tiene su contexto, y aunque las reglas sean generales, en la práctica se adaptan.
Lone Star y los pagos del SNAP en abril: todo lo que debes saber
El sistema funciona con una tarjeta. La Lone Star Card. Es parecida a una tarjeta de débito, aunque no lo es del todo. Solo vale para una cosa: comprar comida. Pero no cualquier comida, ojo. Nada de platos preparados para comer ahí mismo, nada de bebidas alcohólicas ni tabaco, y mucho menos pagar facturas con ella. Está pensada para productos básicos. Lo necesario para cocinar. Para alimentar. Así de claro.
Acceder al programa no es automático. Hay filtros, controles, requisitos que hay que cumplir. Se mira cuánto se gana, cuántas personas hay en casa, si hay niños, si hay trabajo o no. No es lo mismo una persona sola que una familia de cinco. Y si alguien tiene entre 18 y 52 años y no tiene hijos, el tema cambia todavía más.
A veces solo se puede recibir la ayuda unos pocos meses, salvo que se demuestre que se está trabajando o participando en algún programa para encontrar empleo. Ahora bien, si hay un embarazo o una incapacidad de por medio, esas normas no se aplican.
Diferencia en las fechas de cobro de SNAP en abril: descubre tu día de pago
Un detalle que a menudo pasa desapercibido es el de las fechas de cobro. Porque no todo el mundo cobra el mismo día. En Texas, el calendario se reparte según un número que aparece en los papeles del programa: el famoso número EDG. Este número, que no siempre se mira con atención, determina el momento en que se libera el dinero.
En abril, por ejemplo, los pagos para muchos beneficiarios se están entregando entre los días 6 y 12. No porque haya retrasos, ni errores, sino porque así está previsto. Así está diseñado el sistema.
Esto, que puede parecer un lío, en realidad tiene sentido. Si todo el mundo cobrase el mismo día, el sistema colapsaría. Los servidores fallarían, las consultas se dispararían y más de uno se quedaría sin respuesta. Escalonar los pagos es una forma de evitar eso. Pero claro, si alguien no sabe que funciona así, puede pensar que algo va mal.