El coste de la vida sigue subiendo y, para muchas familias en Estados Unidos, llegar a fin de mes se ha convertido en un auténtico reto. En este panorama, el crédito tributario por hijos se ha convertido en una herramienta clave. No solo ayuda a reducir lo que hay que pagar en impuestos, sino que, en algunos casos, permite recibir un reembolso. Es una especie de balón de oxígeno que, dependiendo de la situación de cada hogar, puede marcar la diferencia.
No es una novedad. Lleva años existiendo, aunque con modificaciones aquí y allá. Y ahora, con los gastos de crianza disparados, algunos estados están moviendo ficha para ampliarlo. La idea es ofrecer un mayor alivio económico a las familias que más lo necesitan.
El crédito tributario por hijos, un respiro para las familias
El crédito tributario por hijo permite a los contribuyentes reducir su carga fiscal en función del número de hijos dependientes. Actualmente, el beneficio puede llegar hasta los 2.000 dólares por hijo menor de 17 años. De esa cantidad, 1.700 pueden ser reembolsables si se cumplen ciertos requisitos.
Para acceder a este apoyo, hay que cumplir algunas condiciones. No basta con ser padre o madre: el menor tiene que haber vivido en el hogar durante más de la mitad del año fiscal y ser ciudadano o residente legal de EE.UU. También hay límites de ingresos. A partir de los 200.000 dólares anuales para quienes declaran de forma individual (o 400.000 en declaraciones conjuntas), el beneficio se reduce progresivamente hasta desaparecer por completo.
Es una ayuda que está pensada, sobre todo, para familias de ingresos medios y bajos. No es perfecta, pero supone un alivio. Y con los estados interviniendo con sus propias propuestas, la idea es reforzar ese respaldo económico.
Ohio y su propuesta para reforzar el crédito tributario por hijos
En los últimos meses, algunos estados han empezado a desarrollar sus propias versiones del crédito tributario por hijo, con condiciones adaptadas a su realidad económica. Ohio es el último en sumarse a esta tendencia con una propuesta que busca proporcionar hasta 1.000 dólares por hijo dependiente.
La medida está todavía en fase de discusión, pero, de aprobarse, podría aliviar la carga financiera de miles de familias. No solo eso, sino que tendría un impacto positivo en la economía local. Más dinero en el bolsillo de las familias significa más consumo, y eso, a su vez, mueve el comercio y los negocios de la zona.
Si Ohio sigue adelante con la propuesta, se unirá a la lista de estados que ya han implementado su propio crédito tributario por hijo. Actualmente, hay 16 con programas similares, cada uno con requisitos y montos distintos.
Estos programas han demostrado ser eficaces en la lucha contra la pobreza infantil. De hecho, en algunos casos han conseguido proporcionar beneficios más altos que el crédito federal. Para muchas familias, la diferencia entre recibir o no esta ayuda es enorme. No se trata solo de números, sino de poder pagar el alquiler, la comida o los gastos escolares sin tanto agobio.
Más allá de los impuestos: el impacto en la economía de las familias del crédito tributario
El crédito tributario por hijo no es solo una cuestión de reducción de impuestos. Su impacto se nota en la vida diaria. Permite a las familias equilibrar mejor sus finanzas, y eso, a su vez, repercute en la estabilidad de los hogares.
Este tipo de ayudas tiene tres efectos principales. Primero, reduce la pobreza infantil al garantizar que más familias puedan cubrir sus necesidades básicas. Segundo, da un respiro a los padres trabajadores, que pueden estirar un poco más sus ingresos. Y tercero, impulsa la economía porque, al final, el dinero termina reinvirtiéndose en el comercio local.
¿Se ampliará este crédito fiscal en el futuro?
El gran interrogante ahora es qué pasará con este crédito en los próximos años. Por el momento, está previsto que el monto se reduzca en el futuro y vuelva a los niveles previos a la expansión implementada durante la pandemia. Pero el debate sigue abierto.
Algunos legisladores están presionando para que el beneficio se mantenga en 2.000 dólares o incluso aumente, especialmente en lo que respecta a la parte reembolsable. No hay una decisión tomada, pero el tema sigue sobre la mesa en las discusiones sobre política fiscal y bienestar social.
El crédito tributario por hijo sigue siendo un pilar fundamental para muchas familias en Estados Unidos. Su importancia va más allá de lo fiscal: proporciona estabilidad, ayuda a cubrir necesidades esenciales y mejora la calidad de vida de miles de niños.
Mientras el crédito federal sigue en vigor, la incorporación de programas estatales como el que se discute en Ohio puede marcar aún más la diferencia. Por eso es importante que las familias estén atentas a los cambios y se informen sobre las ayudas disponibles. Saber qué beneficios pueden solicitar puede ser clave para mejorar su situación económica.