La Administración del Seguro Social (SSA) se prepara para entregar la tercera y última ronda de pagos mensuales el 23 de abril, cerrando así su calendario de abril para millones de jubilados estadounidenses. Aquellos que optaron por retrasar su jubilación hasta los 70 años y contribuyeron con la cantidad máxima a lo largo de sus carreras podrían recibir pagos de hasta $5,108.
Seguro Social de hasta $5108, el pago más alto
Estos pagos se emiten en función de las fechas de nacimiento de los beneficiarios, permitiendo que la SSA distribuya los fondos en etapas a lo largo del mes. Este sistema escalonado ayuda a agilizar el procesamiento de pagos y garantiza que los beneficiarios reciban sus cheques sin demora.
Los beneficios del Seguro Social varían según la edad de jubilación del individuo y la cantidad total que contribuyó durante sus años laborales. Los estadounidenses pueden comenzar a cobrar beneficios a partir de los 62 años, pero los pagos mensuales son significativamente menores para quienes se jubilan temprano.
Por ejemplo, alguien que se jubila a los 62 años podría recibir hasta $2,831 por mes, mientras que esperar hasta los 70 años puede aumentar esa cantidad a $5,108.
Si estás planeando tu jubilación, la Administración del Seguro Social (SSA) te ofrece una herramienta invaluable: un calculador de beneficios en línea. Este recurso estima tu pago mensual basándose en tu historial laboral y tus ingresos. Utilizar esta herramienta puede ser fundamental para decidir el momento más ventajoso desde el punto de vista financiero para retirarte.
Financiamiento a largo plazo del Seguro Social
El Seguro Social se financia a través de un impuesto sobre la nómina, dividido entre empleadores y empleados. No obstante, los expertos advierten que el fondo fiduciario del programa podría quedarse sin fondos suficientes para cubrir los beneficios completos para el año 2034, a menos que el Congreso intervenga con nueva legislación.
El aumento en el número de jubilados y la disminución de la fuerza laboral están ejerciendo una presión creciente sobre el sistema. Sin cambios, los futuros beneficiarios podrían experimentar una reducción en los pagos. Se urge a los legisladores a actuar pronto para preservar la estabilidad a largo plazo del Seguro Social y asegurar que continúe apoyando a los estadounidenses mayores durante las próximas décadas.