El Seguro Social ha decidido ajustar su sistema de verificación de identidad, y aunque la noticia ha pasado algo desapercibida, afecta directamente a millones de personas en Estados Unidos.
Lo que parecía una actualización menor ha terminado convirtiéndose en un cambio bastante relevante, sobre todo para quienes dependen de este organismo para acceder a prestaciones como la jubilación, la discapacidad o la ayuda económica del SSI.
Por qué se ha retrasado la fecha límite de verificación de identidad del Seguro Social
La idea original era implementar estas medidas a finales de marzo, pero se ha decidido retrasar la fecha hasta el 14 de abril. El motivo no ha sido otro que dar tiempo a los empleados para formarse bien y atender correctamente a las personas que necesiten hacer estos trámites.
Lo que cambia, en el fondo, es la forma en la que uno puede acreditar quién es al solicitar ciertos beneficios. Y no, no todo el mundo tendrá que ir en persona a una oficina, aunque en algunos casos sí será obligatorio.
Cuándo hay que ir a una oficina del seguro social y cuándo no
Hasta ahora, había cierta flexibilidad. Muchas personas podían iniciar sus solicitudes por teléfono o internet, incluso si no tenían una cuenta personal en la plataforma online del Seguro Social. A partir del 14 de abril, eso cambia, pero no para todo el mundo.
Los que quieran solicitar la jubilación o los beneficios para sobrevivientes o familiares, y no puedan usar su cuenta online, sí tendrán que ir físicamente a una oficina para confirmar su identidad. En cambio, quienes estén pidiendo ayudas por incapacidad, Medicare o SSI no tendrán que hacer ese desplazamiento si no pueden identificarse por internet. En su caso, se podrá completar el trámite por teléfono sin necesidad de acudir en persona.
Esta diferencia responde a un criterio práctico: en las solicitudes de SSI, incapacidad y Medicare, hay varias fases donde la identidad del solicitante se puede comprobar antes de tomar una decisión. Por eso, no se exige una verificación tan inmediata y estricta al principio.
Qué hacer si no tienes cuenta online del Seguro Social
Muchos usuarios del Seguro Social no se han creado aún una cuenta personal en la plataforma digital. Algunos por desconocimiento; otros, por desconfianza o por falta de acceso a internet. Si eres uno de ellos, este puede ser un buen momento para considerar hacerlo.
Tener una cuenta «my Social Security» facilita muchísimo las gestiones. Permite no solo verificar tu identidad sin moverte de casa, sino también consultar el estado de tus solicitudes, revisar tus aportaciones o hacer cambios en tu información personal. A partir de ahora, no tener una cuenta podría implicar más pasos y más tiempo en el proceso.
¿Por qué se están endureciendo los controles en el Seguro Social?
Desde hace años, el Seguro Social arrastra problemas de seguridad y lentitud en la tramitación de algunas solicitudes. Muchas veces, las personas tienen que esperar meses para recibir una respuesta, y en paralelo, el sistema es vulnerable a fraudes e identidades falsas. Estas nuevas medidas no pretenden dificultar el acceso a las prestaciones, sino asegurar que quien las recibe es realmente quien dice ser.
Lo que se busca es evitar errores, proteger los datos de los ciudadanos y evitar que los fondos acaben en manos equivocadas. Aunque pueda parecer un cambio incómodo, la intención es que el proceso funcione mejor a medio plazo y que las decisiones se tomen con más garantías.
¿Qué documentos sirven para verificar tu identidad ante la SSA?
En los casos en los que sea necesario acudir en persona, o cuando se te pida identificarte, solo se aceptarán documentos oficiales y en vigor. Lo ideal es presentar algo con foto y datos como el nombre completo y la fecha de nacimiento.
Un permiso de conducir, un pasaporte estadounidense o una tarjeta de identificación del estado son las opciones más habituales. Si por alguna razón no se puede conseguir uno de estos documentos en un plazo razonable, hay alternativas como una tarjeta de seguro médico, una identificación militar o un carné de estudiante, aunque dependerá de cada caso.