Desde hace ya más de dos años, la gente que depende del SNAP en Illinois está viviendo algo que parece una pesadilla. El dinero desaparece. Literalmente. Así, sin más. Un día vas a hacer la compra y te das cuenta de que ya no tienes nada en la tarjeta. Ni un dólar. Y cuando preguntas, nadie te da una solución clara. El SNAP, que debería ser un apoyo para quienes más lo necesitan, se ha convertido, sin quererlo, en una puerta abierta al robo.
Lo preocupante es que esto no es un problema puntual ni reciente. Es algo que lleva tiempo ocurriendo y que ha ido ganando terreno poco a poco, hasta convertirse en una especie de agujero negro del sistema. Y sí, tiene mucho que ver con la tecnología que usamos. Mejor dicho, con la que no usamos.
El robo del dinero de SNAP en Illinois
Vale, esto puede sonar muy técnico, pero lo explico fácil. Lo que hacen los ladrones es copiar la información de la tarjeta EBT. No necesitan ni verte la cara. Ponen un aparatito, a veces parece parte del cajero, ni te das cuenta, y cuando pasas tu tarjeta, ya tienen todos tus datos. Incluido el PIN.
Con eso, clonan la tarjeta y acceden al dinero como si fueran tú. Pueden usarla al momento o incluso esperar unos días. Y como muchas de estas tarjetas aún funcionan con banda magnética, pues lo tienen fácil. Es como dejar la puerta de casa abierta y marcharte a trabajar. Si fuera una tarjeta bancaria normal, de las que tienen chip, el asunto sería otro. Pero no. Muchas EBT siguen siendo vulnerables porque no se han actualizado.
Ya no hay reembolsos de SNAP y eso cambia todo
Esto no es que haya pasado una vez o dos. Ni siquiera veinte. El volumen de fraude se ha disparado en los últimos meses. Más de la mitad de todo lo robado en estos años se ha perdido solo en el último año. Y eso ya no es casualidad, eso es una tendencia. Una mala.
La gente lo descubre tarde. Vas a pagar y la tarjeta da error. Revisas y no hay fondos. Ni idea de cómo, ni cuándo, ni dónde. Y lo peor es que, en muchos casos, las compras se han hecho en otros estados. O sea, alguien con tu tarjeta clonada ha estado sacando tu dinero lejos de donde vives. No es cosa de un par de ladronzuelos. Aquí hay redes organizadas, grupos que saben lo que hacen y que están sacando tajada mientras el sistema apenas reacciona.
Hasta hace nada, si te robaban el dinero del SNAP, podías recuperarlo. Bueno, no siempre era fácil, pero había un mecanismo de reembolso. Eso terminó. Ya no se devuelven los fondos. Desde finales de 2024, se acabó esa opción. Y eso deja a mucha gente sin alternativas.
Así debes actuar en caso de que te hayan robado los pagos de SNAP
Por eso, aunque suene bien sobre el papel, en la práctica sigue habiendo muchas personas desprotegidas. Especialmente las más vulnerables, que son precisamente quienes más necesitan el SNAP.
Aunque ya no se garantice la devolución del dinero, no te quedes parado. Si notas algo raro o ves un cargo que no reconoces, llama. Llama a la oficina que gestiona tu tarjeta EBT. Cambia el PIN. Pide una nueva tarjeta cuanto antes. Revisa tus movimientos cada pocos días.
Algunas personas incluso están optando por desactivar la tarjeta después de cada uso, si la plataforma lo permite. O por bloquear operaciones fuera del estado. Son medidas básicas, sí, pero a veces pueden marcar la diferencia entre que te roben o no. El problema es que mucha gente ni sabe que esas opciones existen.