Lleva tiempo ocurriendo, pero ahora es más grave que nunca. El fraude en el programa SNAP, que permite a muchas familias acceder a alimentos básicos, se ha disparado en los últimos años, y en Illinois la situación está llegando a un punto crítico.
Y es que lo preocupante no es solo el aumento de estafas, sino que el estado ha tomado una decisión que deja a los afectados en una posición difícil: ya no se van a reembolsar los beneficios robados, salvo que haya un cambio en la normativa federal.
La estafa que vacía cuentas sin que los beneficiarios de SNAP puedan hacer nada
El fraude en las tarjetas EBT no es ninguna novedad. Los delincuentes llevan tiempo perfeccionando sus técnicas para clonar tarjetas y desviar fondos sin que los titulares se den cuenta hasta que intentan usar su dinero y descubren que ya no está.
En Illinois, el problema ha ido creciendo hasta convertirse en una auténtica crisis. Hasta hace poco, si te robaban los beneficios SNAP, podías presentar una reclamación y el Departamento de Servicios Humanos de Illinois (IDHS) te devolvía el dinero. Ahora eso ya no es posible. Desde el 20 de diciembre de 2024, la ley que permitía esos reembolsos caducó y no se ha renovado.
El problema no es solo que los beneficiarios pierden dinero que necesitan para comer, sino que tampoco tienen una solución clara. Salvo que el gobierno federal intervenga y extienda la protección, los afectados no recibirán ni un solo dólar de vuelta.
¿Qué opciones tienen ahora los afectados de esta estafa de las EBT Cards?
Las autoridades han recomendado que los beneficiarios de SNAP recurran a bancos de alimentos, comedores comunitarios y otras organizaciones de asistencia mientras se encuentra una solución al problema. Pero esto no es suficiente para todos.
Para intentar frenar el problema, el gobierno de Illinois ha empezado a recomendar medidas de seguridad más estrictas a los beneficiarios. Cambiar el PIN cada mes, desactivar las transacciones fuera del estado y congelar la tarjeta cuando no se use son algunas de las estrategias que pueden ayudar a reducir el riesgo de fraude.
Además, hay una nueva iniciativa que podría marcar la diferencia: un sistema de pagos móviles que el USDA planea lanzar este año. Permitirá que los usuarios compren con sus teléfonos en lugar de usar tarjetas físicas; esto dificultaría que los delincuentes clonen la información.
Un problema que sigue sin resolverse para los usuarios SNAP
El fraude en SNAP sigue siendo un problema grave. Las medidas de seguridad pueden ayudar, pero no solucionan el problema de fondo: el dinero robado no se está devolviendo, y muchas familias están pagando las consecuencias.
Si el gobierno federal no interviene pronto, miles de beneficiarios quedarán desprotegidos frente a estos robos. Y mientras no se garantice una solución efectiva, las personas que dependen de estos beneficios seguirán viviendo con la incertidumbre de no saber si el dinero que necesitan para comer seguirá ahí cuando lo vayan a usar.