La Administración del Seguro Social de Estados Unidos, conocida habitualmente como SSA, ha anunciado ya cuáles serán las fechas oficiales para los pagos del SSDI en marzo de 2025. Este calendario no es nuevo, sino que lleva funcionando muchos años y, aunque parece un poco complicado al principio, en realidad es bastante sencillo. El dinero se reparte en varios días diferentes, y cada beneficiario recibe su ingreso según cuándo sea su cumpleaños.
Parece raro, pero así se evita que todo el mundo cobre el mismo día y el sistema se colapse. Según lo anunciado por la SSA, en marzo habrá tres fechas principales para el cobro de los beneficios del SSDI. En primer lugar, si naciste entre el día 1 y el día 10 del mes, recibirás tu dinero el día 12 de marzo.
¿Cuándo recibirás tu pago del SSDI en marzo de 2025?
Las personas cuyo cumpleaños esté entre el 11 y el 20 cobrarán la prestación el día 19. Finalmente, los que nacieron entre el 21 y el 31 tendrán su ingreso el día 26. Esto funciona como una especie de turnos organizados por fechas para facilitar la distribución.
Ahora bien, aunque lo que te he contado es lo general, como siempre ocurre, hay excepciones. Por ejemplo, aquellas personas que empezaron a recibir los pagos del SSDI antes de mayo del año 1997 tienen una fecha diferente. Ellos ya recibieron su dinero el día 3 de marzo. No es algo nuevo, sino una regla antigua que se ha quedado ahí, probablemente por cuestiones de gestión interna de la SSA.
Aumento en la cantidad máxima del SSDI para 2025
Otra noticia interesante que ha llegado estos días es que en 2025 habrá un incremento en el máximo que se puede recibir mensualmente por el SSDI. En concreto, este año la cantidad máxima que podrías cobrar al mes será de 4.018 dólares. Para que te hagas una idea, el año anterior era algo más baja: 3.822 dólares. Esta subida responde directamente al ajuste anual que se hace según la inflación, que últimamente está siendo bastante elevada.
Claro que esto del importe máximo no significa que todos los beneficiarios vayan a cobrar esos 4.018 dólares. Es importante aclararlo, porque depende completamente de lo que hayas trabajado anteriormente y de cuánto hayas cotizado al sistema. Cuanto mayor sea tu historial laboral, más alta podría ser tu prestación. Pero siempre dentro de ciertos límites.
¿Qué condiciones necesitas cumplir para recibir el SSDI?
Para poder acceder al SSDI, no basta simplemente con solicitarlo y esperar a que te lo concedan. Lo primero que tienes que demostrar es que tienes una discapacidad grave, algo que realmente te impida trabajar durante al menos doce meses o, incluso peor, que suponga un peligro para tu vida. La SSA tiene un libro oficial donde se recogen claramente cuáles son las enfermedades o condiciones que te permiten pedir esta ayuda. Por ejemplo, enfermedades graves como ciertos tipos de cáncer suelen aparecer claramente especificadas.
Pero además de esta condición médica, también necesitas haber acumulado créditos de trabajo. Suena técnico, pero es bastante simple. Para que lo entiendas, cada vez que ganas cierta cantidad de dinero trabajando, recibes créditos laborales que luego la SSA usa para calcular si tienes derecho al SSDI. En 2025, por ejemplo, cada crédito equivale a unos 1.810 dólares que hayas ganado en tres meses. Necesitas varios de estos créditos para calificar, dependiendo de tu edad y el tiempo trabajado.
Normas específicas para solicitantes jóvenes del ssdi
Algo curioso que mucha gente no sabe es que los jóvenes tienen normas especiales. Normalmente, como son más jóvenes, no han podido cotizar tantos años como una persona mayor. Por eso, la SSA les permite acceder al SSDI con menos créditos laborales acumulados. Concretamente, los menores de 24 años necesitan acumular seis créditos laborales en los últimos tres años antes de sufrir la discapacidad. La idea es adaptarse un poco a la realidad laboral de los más jóvenes, que apenas han tenido tiempo de trabajar.
Cuando un beneficiario del SSDI alcanza la edad ordinaria de jubilación, no pierde su dinero, ni deja de recibirlo. Lo que pasa simplemente es que la administración lo pasa automáticamente al sistema ordinario de pensiones. Dicho de manera sencilla: dejas de recibir una prestación por discapacidad y empiezas a cobrar una pensión ordinaria. Pero en la práctica esto no cambia gran cosa.
El importe mensual que recibes seguirá siendo igual porque el cálculo es exactamente el mismo. La única excepción es cuando además recibes otro tipo de compensación, como una indemnización laboral. En estos casos puntuales, sí podría haber pequeños cambios en la cantidad final, pero por lo general todo seguirá igual.