El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), antes conocido como cupones de alimentos, sigue siendo una ayuda clave para millones de familias en Estados Unidos. Si eres beneficiario, hay algo que no puedes pasar por alto este año: la recertificación.
Puede que el programa no haya sufrido grandes cambios recientemente, pero eso no significa que puedas olvidarte del papeleo. Si no cumples con la recertificación dentro del plazo que te corresponde, podrías perder los beneficios que recibes cada mes.
¿Qué significa recertificarte en SNAP?
Recertificarte en SNAP no es otra cosa que renovar tu elegibilidad. Es decir, confirmar que sigues cumpliendo los requisitos para recibir la ayuda. Aunque el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) gestiona el programa a nivel federal, cada estado se encarga de distribuir los beneficios y establecer los plazos. Aquí es donde puede haber confusión, porque no hay una regla única para todos. Dependiendo del estado en el que vivas, el proceso puede tener particularidades que conviene conocer.
El motivo de la recertificación es sencillo: las autoridades necesitan comprobar que tu situación sigue siendo la misma o, si ha cambiado, ajustarla a la nueva realidad. Se fijan en factores como los ingresos de tu hogar o cuántas personas viven contigo. Si todo sigue igual, simplemente confirmas que sigues siendo elegible. Si hay cambios, puede que el monto de la ayuda varíe o que, en el peor de los casos, ya no cumplas los requisitos.
¿Cuándo tienes que recertificarte en SNAP?
Cuando te aprobaron el SNAP por primera vez, la carta que recibiste especificaba cuánto tiempo duraba tu certificación. Ese período varía según el estado y el tipo de hogar: algunos deben renovarlo cada año, otros cada dos o incluso tres años. Pero ojo, que el tiempo vuela. Antes de que venza el plazo, la oficina estatal de SNAP te enviará una notificación recordándote que es momento de recertificarte.
No ignores esa carta ni la dejes para el último momento. Si no envías la documentación antes de la fecha límite, corres el riesgo de que tu beneficio se suspenda. Además, hay situaciones en las que la recertificación se vuelve obligatoria antes de tiempo, como cuando cambia el número de miembros en tu hogar o si tus ingresos aumentan o disminuyen de manera significativa.
¿Cuánto tiempo tienes para completar la recertificación?
Depende del estado en el que vivas. Por ejemplo, en California, la certificación dura 12 meses, aunque en hogares con personas mayores o discapacitadas puede extenderse hasta 24 meses. En Florida, en cambio, muchos beneficiarios deben renovarla cada seis meses. El plazo exacto para presentar los documentos varía, pero en general, se suele dar un margen de unos 10 días desde que recibes la notificación.
No te confíes con los plazos. Algunos estados tienen reglas más estrictas y pueden suspenderte el beneficio si no cumples con la recertificación a tiempo. Nueva York, Texas y otros estados tienen normativas diferentes, así que lo mejor es que consultes directamente con la agencia estatal de SNAP para asegurarte de que no te pillen desprevenido.
Si no completas la recertificación dentro del tiempo que te corresponde, perderás el acceso a los beneficios de SNAP. Y recuperarlos no es inmediato: tendrás que volver a presentar una solicitud desde cero, lo que puede tardar varias semanas. Para muchas familias que dependen de esta ayuda para su alimentación mensual, un retraso de ese tipo puede convertirse en un problema serio.
Si no estás seguro de qué hacer, lo mejor es hablar directamente con la agencia estatal o con tu trabajador social. Ellos pueden guiarte paso a paso para que no cometas errores y sepas qué documentos necesitas.
¿Cómo completar la recertificación?
El proceso varía según el estado, pero en la mayoría de los casos tienes varias opciones: hacerlo en línea, por teléfono o en persona. Sea cual sea el método que elijas, ten a mano todos los documentos necesarios: comprobantes de ingresos, facturas de gastos esenciales, cambios en el número de miembros del hogar, cualquier información relevante que pueda afectar tu elegibilidad.
En algunos casos, es posible que también tengas que hacer una entrevista. No siempre ocurre, pero si te la piden, asegúrate de atenderla en la fecha que te indiquen.
Recertificarte en SNAP no es complicado, pero sí es algo que no puedes olvidar. Revisar tus notificaciones, conocer los plazos y tener toda la documentación lista a tiempo te evitará dolores de cabeza. No dejes que un simple descuido te haga perder un beneficio tan importante para ti y tu familia.