El Gobierno de Estados Unidos contempla dos tipos de ayudas para las personas que sufren algún tipo de incapacidad: Seguro de Incapacidad del Seguro Social (SSDI) y el Ingreso de Seguridad Suplementario (SSI). Ambos están dirigidos a personas que debido a una enfermedad o lesión, no pueden desarrollar una actividad profesional con la que mantenerse. Y es que de no contar con ningún tipo de ayudas, muchos de ellos no tendrían medios para vivir.
Sin embargo, a pesar de que ambos programas están dirigidos a personas que sufren algún tipo de incapacidad, los requisitos son diferentes para acceder a cada uno de ellos. Es decir, están contemplado para perfiles diferentes. En este sentido, desde la web de la Administración del Seguro Social (SSA), los distinguen de la siguiente manera:
- El Seguro por Incapacidad del Seguro Social (SSDI) está ligado a su historial laboral. Por tanto, paga beneficios a la persona incapaz y a ciertos miembros de su familia si:
- Tiene una incapacidad.
- Trabajó suficientes años para calificar y pagó impuestos del Seguro Social durante los años que trabajó.
- El Programa de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI) no requiere que cuente con historial laboral. Este brinda dinero para cubrir las necesidades básicas como comida, ropa y vivienda, si el solicitante tiene 65 años o más o tiene una incapacidad.
Requisitos para recibir el SSDI
Tanto el Seguro de Incapacidad del Seguro Social (SSDI) como el Ingreso de Seguridad Suplementario (SSI), son programas destinados a cubrir económicamente a las personas que sufren una incapacidad que no les permite trabajar. No hay que olvidar, que el trabajo es el medio por el cual todos los ciudadanos acceden a un sustento. Es decir, si no es posible trabajar, no es posible acceder a un salario con el que poder mantenerse, y eso es un problema.
Sin embargo, los requisitos para acceder a cada uno de los programas son diferentes. Y es que la trayectoria laboral anterior a la enfermedad o lesión, es determinante para que la Administración del Seguro Social (SSA), puede concederte una u otra ayuda. En el caso del SSDI, el historial profesional es fundamental. Y es que este programa está enfocado para quienes trabajaron durante una serie de años y pagaron impuestos al Seguro Social.
Lo mínimo que se requiere, es que el solicitante del SSDI haya estado en activo, es decir, trabajando, al menos durante al menos cinco años de los últimos diez años. En este caso además, es posible que no solo la persona con la incapacidad reciba la ayuda, sino también familiares directos como cónyuge, ex cónyuge o hijos. No obstante, hay que tener en cuenta que la ayuda no es inmediata tras la solicitud, y que puede tardar hasta 5 meses en comenzar a recibirse.
Tu familia también puede beneficiarse del SSDI
Una de las características del Seguro de Incapacidad del Seguro Social (SSDI) es que hay situaciones en las que no solo es el propio afectado el que recibe la ayuda económica, sino que los familiares directos también pueden optar a ella. La Administración del Seguro Social (SSA) establece como familiares directos a los hijos, cónyuges y ex cónyuges. Por tanto, al solicitar la ayuda se puede incluir a estas personas.
Otra característica de esta ayuda, es que es compatible, en algunos casos, con el otro programa destinados a personas con alguna incapacidad. Es decir, es posible recibir a la vez el Seguro de Incapacidad del Seguro Social (SSDI) y el Ingreso de Seguridad Suplementario (SSI). ¿Cómo? En este caso, el beneficiario del SSDI podrá solicitar el SSI si la cuantía del pago que le corresponde, no supera los mínimos de ingresos establecidos.