Caída de la selección Colombia ante Uruguay. Y ¿De quién es la culpa?

Uruguay se llevó los tres puntos que se disputaron en el Metropolitano, algo totalmente inédito en la historia del estadio costeño, pero no se equivoque. Los Charrúas no ganaron el partido, ¡Colombia lo perdió solito!


Mucho podemos decir del planteamiento, pero piensen con cabeza fría, Cuadrado estaba en su posición natural, al menos así juega en la Juventus, pero lejos de defender, su principal función es atacar, misión que el jugador que nació en el seno del DIM, nunca hizo, Mina fue un desastre y Muriel deambuló en la cancha. 

¡OJO! No voy a criticar a Queiroz (en este primer momento), ya que, como lo dije, el esquema fue bueno, sin esperpentos ni experimentos. El problema surgió cuando la pelota rodó y los nervios aparecieron, y con ellos las imprecisiones de los jugadores, respaldadas, posteriormente, por los errores del DT.

Debut goleador de Edinson Cavani en estas eliminatorias

Desde el vamos, la tricolor entró absolutamente desenfocada y así lo hizo saber Yerry Mina con un error infantil, un pase POR EL CENTRO a la nada, un baldado a Lerma que terminó en una mala entrega y en el posterior gol de Cavani. (Y acá, Queiroz ¿Qué tiene que ver?).

Luego del 0-1, el partido entró en una zona de nadie, en donde ni los uruguayos, que no estaban muy interesados por atacar, ni los colombianos, que nunca tuvieron la calma necesaria para desactivar la defensa rival, lograron hilvanar una jugada de gol ( a excepción del remate de Betancur y salvada, a dos tiempos, de Ospina. JUGADA GENERADA POR UNA DESCONSENTRACIÓN DE LERMA).

Todo ello hasta que entró Díaz. Y acá viene el primer error, CLARO, del DT. El jugador del equilibrio, la pieza clave de cualquier equipo es el volante 5, el mediocampista de recuperación, después de todo necesitamos el balón para atacar. El cambio no era por Wilmar, sino por Muriel, que fue un fantasma, cuando las papas queman nunca aparece.

Con aquel cambio, Lucho Díaz pudo generar algunas escaramuzas, ganando dos mano a mano a Cáceres, pero eso fue lo único que generó desde el último cuarto del primer tiempo.

Ya en la segunda mitad, por lo menos antes del segundo gol, Colombia dominó el balón y no pasó ninguna afugia defensiva, aunque no llegó a gol, ya que nunca encontró profundidad. En esos instantes, Muriel le quitaba espacio a Cuadrado a la hora de atacar y nunca fue capaz de bajar para ayudar a la hora de recuperar el balón. Queiroz solo tenía que hacer un pequeño ajuste, solo faltaba profundidad ( ¿Un Cardona por Muriel? No por tener más nueves vas a tener más opciones de gol).

Segundo gol de los uruguayos desde el punto penal

Todo ello hasta que James, en una acción desconcertante, desesperada, perdió un balón insólito, hizo un drible prohibido, ( ESO SE APRENDE EN LOS TORNEOS PONY FÚTBOL), aparece en la biblia, “Nunca driblar en el medio del campo y menos cuando tu equipo está saliendo”, fue tal la ofensa que terminó en un penal, cobrado magistralmente por Suárez. (Por cierto, el Penal era cobrable).

Después de eso, tanto el técnico de la selección como los jugadores se nublaron, y el caos apareció. Cardona y Morelos entraron a jugar al guerrazo, lo que terminó en el segundo error de Queiroz. El estratega europeo no mantuvo la calma, y gracias a eso llegó el tercer gol. Sacó a Matheus que ayudaba en la recuperación, dejando despoblada la mitad del campo, y así, con un remate de Núñez ,que se encontraba solo en el medio del campo, el tercer tanto apareció. (también hay que ver a Mina que nunca lo salió a presionarlo).

Un 0-3 demasiado indulgente para Uruguay que NUNCA ATACÓ, planteó un partido para empatar o aprovechar los errores del rival, pero les aseguro, que no se esperaban aquellos errores tan GROSEROS. Si repasamos el partido, cada llegada de los charrúas fueron causados por equivocaciones insólitas de los jugadores cafeteros. 

Podemos decir que Queiroz no es un técnico que se adapta al “estilo” colombiano, se puede comentar que hizo cambios malos y que nunca mantuvo la calma necesaria. Pero hay que tener en cuenta que fue presionado por la situación, todo ello generado por errores, infantiles, individuales de los jugadores que disputaron este partido.

 Yo primero señaló a los jugadores y después al DT, es muy fácil criticar al estratega, pero sería ignorar la falta de concentración y rebeldía de nuestras sagradas estrellas. Y aunque hoy no somos los peores, jugamos como equipo chico y eso no puede volver a suceder, el calor no gana partidos.

Una pregunta final ¿DONDE ESTÁN LOS LÍDERES?

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