Camilo Henao
Camilo Henao

La toma de decisiones también se entrena en el fútbol


Para nosotros como simples espectadores resulta fácil cuestionar la decisión que toma un jugar en la cancha, criticamos al delantero que no hizo el pase cuando había otro compañero mejor ubicado o censuramos al arquero, porque juega en corto y compromete al defensa que más le cuesta salir con el balón en sus pies.

Los futbolistas deben tomar tantas decisiones en cada jugada que no siempre existe una conexión entre la mente, el cuerpo y lo que la jugada pide. Esa armonía que les pedimos, nace en el cerebro, en la información que tiene y la forma que resuelve cada situación.

En este sentido, ‘Pep’ Guardiola técnico del Manchester City y quién ha potenciado a la mayoría de los jugadores que ha dirigido, explica que: “La toma de decisiones sólo es posible entrenarla jugando, no hay otra manera. A los jugadores menos hábiles, hay que entrenarlos en espacios más grandes y a los mejores realizarles ejercicios en zonas reducidas, para que así tengan menos tiempo de pensar. Solo se mejora cuantas más decisiones tengamos que resolver en tiempo real”.

Al igual que se entrena la definición con el pie menos hábil, la parte física o la ubicación de la barrera en un tiro libre para el arquero, la toma de decisiones es una parte decisiva al momento de jugar al fútbol.

En un entrenamiento es necesario trabajar los pases, cómo desmarcarse o pedir el balón al espacio libre. Está perfecto practicar penaltis, pero también se debe replicar la presión del momento, lo que significa esa interminable caminata desde la mitad de la cancha, los gritos de la tribuna y los juegos mentales en donde el jugador está expuesto a un intenso debate interno, de si cambia de lado, si cobra con fuerza al centro o si lo define al lugar de siempre.

¿Cómo funciona nuestro cerebro?

Cuando una persona cree que ha tomado una decisión, en realidad su cerebro lo ha hecho antes de que haya podido darse cuenta. La materia gris lleva a cabo una determinada acción que ocurre entre 200 y 300 milisegundos antes de que seamos conscientes de esto. La realidad indica que, a lo largo de nuestra vida, tomamos decisiones sin que a menudo llegan a nuestra conciencia. El 85% de nuestros pensamientos tiene origen en nuestro inconsciente.

El célebre doctor y conferencista español Mario Alonso Puig, destaca en este sentido que: “Las decisiones que tomamos se ven influenciadas por nuestro estado emocional. La mente se puede moldear como la plastilina, las personas son capaces de cambiar su forma de ser y reestructurar su cerebro. Puedo intentar algo nuevo, tener un fracaso y puedo hacer dos interpretaciones, que soy un fracasado, y ya no voy a tener nunca éxito, y la segunda, que he tenido valentía de probar algo diferente, que puedo aprender para hacerlo mejor la próxima vez”.

Durante un partido de fútbol, en cada jugada se deben tomar una decisión y son muchas las alternativas que se plantean, unas pueden parecer simples, como hacer un pase al jugador libre y más cercano, o en otras oportunidades algo más complejas, como el tener que definir una jugada en velocidad mientras que el arquero achica, y por detrás hay dos defensas que corren vorazmente, con un solo e intimidante objetivo: evitar que el balón vaya al arco.

Los jugadores están expuesto a múltiples decisiones que no sólo dependen de sus habilidades, lo que ha entrenado o la visión que tiene del juego; también debe contemplar factores externos como la respuesta que obtiene de los compañeros y la forma cómo el contrario busca recuperar al balón, si el jugador que lo marca puede superarlo en el uno a uno o si resulta más débil en velocidad; las condiciones de la cancha o hasta el mismo clima. Si está lloviendo o la cancha es irregular, enviar el balón a ras de piso es una decisión que puede comprometer la jugada.

Las decisiones solo se aprenden a tomar jugando en la cancha, con el balón, practicando ciento de veces; equivocándose en algunos casos, afinando ese instinto para tener la información suficiente en la mente y que el cuerpo comprenda lo que debe hacer ante una determinada acción como puede ser una chilena, definir de primera y hacer un pase.

En el deporte la parte mental es tan importante como física. Siempre entre más información se tenga, más se haya replicado la misma jugada, más se haya exigido al cerebro y al cuerpo a situaciones similares, mejor será la resolución que se tome. La toma de decisiones en el fútbol se debe entrenar, recrear las situaciones reales que suceden en un partido, igual a como se practica una jugada, un pase o un cabezazo.

A la mente hay que alimentarla. Las decisiones al igual que los sueños se nutren, cuando se consigue generar esa fuerza interna, es cuando sabemos que ahí, al interior de nosotros, hay algo que está funcionando bien. El científico Albert Einstein sostenía que la mente es como un paracaídas, solo funciona si la tenemos abierta.

Camilo Henao Medina, “Chamo”,

Amante del fútbol, las buenas jugadas y las historias de los equipos y jugadores que sin importar los obstáculos son capaces de levantarse y volver a intentarlo, una y otra vez, hasta conseguir la gloria. Periodista y Comunicador Social con más de 20 años de experiencia en la en la creación y el desarrollo de productos editoriales y de comunicación.

 

 

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