Por las que nos acompañan en el estadio, por las que nos esperan en casa nerviosas para que lleguemos contentos luego de una noche en los tablones, en el barro o en la cancha.
Por las que se encuentran lejos y las que no podemos alcanzar, por las que han pasado más temporadas sufriendo con nosotros, que años mismo viviendo por ellas mismas
¡Por todas…!
Por las que nos hicieron hinchas de los colores más bellos del mundo, por esas que fueron psicólogas, fisios y barristas, por las que despertaban temprano para dejarnos el desayuno listo y limpiaban nuestros guayos.
Por las que no les importaba si llevábamos la 10, 9, 11, 1 o 2, solo se sentían orgullosas con un mísero lugar en el banquillo, con una sonrisa hacia las tribunas o un frío saludo desde el asiento.
Por ellas que se guardaban las lágrimas al verte ir en una caravana a una ciudad hostil y te llamaba cada 5 minutos para ver como estabas.
Cucha, madre, patrona, abuela, como quieran llamarla, jamás te lo decía, guardaba su llanto para ella sola, porque te veía feliz, saltando en una tribuna, viajando por el país y el continente, siguiendo un amor que ni ella comprendía.
Han sido ellas, las que te alistaban la chaqueta para ir a la cancha, las que preparaban el almuerzo más temprano o más tarde según el horario del partido y soportaban tu mal humor cuando tu equipo se arrastraba por la cancha y azotabas la puerta con descaro…
.. (Fútbol: Un amor único de madre)..
Y yo les pregunto…
¿Cuántas veces ellas los abrazaron después de descender, de perder una final o un partido?
Es tal su amor que se hacían cargo de sentimientos que no eran los suyos
Por las que no les gusta el fútbol, por las que comprenden esta locura, por las que lo intentan entender y fracasan, por las que lo juegan y por las que lo dejaron, por todas ellas…
Feliz Día
