Rafael Dudamel, con aciertos y errores, encaminó a un Deportivo Cali que la pasaba mal en el 2021-2 y un semestre después lo devolvió a ese momento. Está, como mínimo, mereciendo un capítulo más que le permita buscar revancha del triste 2022.
Ha sido un año muy discreto en cuanto a los resultados. De acuerdo. Muy malo. El equipo verdiblanco cayó en todo y cayó feo. Fueron 4 dolorosas caídas que -recuerden eso- terminaron siendo tantas también gracias al equipo que él dirigió. Si es que Deportivo Cali no era campeón con el venezolano como DT, no habría tenido ni Superliga ni Libertadores. Y también recuerden que para llegar a ese título solo se tomó 4 meses.
Así que tal como hoy se le cuentan todos los resultados negativos, a Rafael Dudamel también hay que resaltarle el positivo que logró en un momento en el que no muchos creían que podría lograrlo. Y gracias a eso, sumado a su exitoso pasado como arquero en el equipo (campeón y titular en el subtítulo de Libertadores 1999), tiene un lugar dentro de los héroes verdiblancos, sin duda. No hay demasiados hombres que tengan una historia como la suya en el club: ¡Campeón como jugador y entrenador!
Dudamel es un ídolo y los ídolos tienen tiempos diferentes. Tampoco es que tenga crédito eterno. Él lo sabe. Ya durante el año lo dijo públicamente. Estos resultados que se han ido repitiendo lo han hecho pensar en irse. No lo hizo y ya en este punto hay que detenerse en cómo terminó el semestre del equipo. Más allá de todo lo malo y aunque el objetivo principal no era ese, Deportivo Cali para el 2022-2 tendrá competencia internacional (es uno de los únicos dos equipos colombiano que la tiene) y la posibilidad de ir por una estrella más.
La oportunidad que el equipo ganó con él se mantiene: ¿Por qué no dejar que lo siga intentando?
Y en este punto hay otro aspecto que no debe obviarse: ¡Tiene contrato vigente! Y lo tiene porque se lo ganó. Cuando firmó para ser el DT de Deportivo Cali en septiembre de 2021, le pusieron una cláusula de extensión automática que se activaba si es que llevaba al equipo al título. ¡Y lo hizo en el primer intento! Por eso su vínculo va hasta diciembre de 2022.
Así que -mínimo- tiene el derecho de elegir quedarse a cumplirlo. En eso está. El plan, un día después del último partido del semestre, es hacerlo. Merecido. Si Deportivo Cali llegó a esta instancia de mantenerse en certamen internacional, con la posibilidad de aprovechar mejor un mercado de fichajes para volver a competir en el continente, se lo debe en gran parte a ese hombre: Rafael Dudamel. No es la Libertadores, está claro, pero es una competencia importante.
En un fútbol en el que la línea que separa los insultos de la idolatría es cada vez más fina e injusta, Dudamel ya ha tenido de los dos en menos de un año. Primero logró poner a Deportivo Cali en los primeros planos nuevamente. Y ahí sigue, ya no en Libertadores, es cierto, pero todavía con la posibilidad de ir por un título internacional. No es poco. Entonces, hinchas, es momento de apoyar. Rafael es el DT y si él quiere, lo seguirá siendo. Les guste o no.
Periodista, rosarista y Orgullosamente papá de Elenita. En Twitter estoy como @guillermopuerto. Opiniones ahí o en [email protected]
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