Una nueva temporada y más de lo mismo con América de Cali. No importa lo que haga, siempre se habla de otros que son mejores.
Se jugaron las primeras 7 fechas en el fútbol colombiano y los hinchas ya van viendo más o menos como pinta la cosa. Hay algunos que ilusionan, otros que hacen sufrir, pero de momento todo está siendo de fuertes emociones. Lo que sí hay que tener en cuenta es que esto no es de arranca, sino de como termina; ahí está el ejemplo con el Millonarios de Gamero, que siempre es favorito, pero en más de 3 años de proceso solo tiene un título.
Por otros lados, por otras ciudades, pasa algo diferente. En el arranque de cada temporada siempre se va a tener presente a los equipos grandes del fútbol colombiano por la jerarquía que su escudo representa, y ya luego puede gustar más o menos dependiendo de cómo jueguen y los resultados que acumulen. El problema aparece es cuando no importa lo que se haga, para un sector de la prensa nunca va a gustar.
Eso es lo que sucede con el América de Cali; y sus hinchas lo tienen claro. América nunca es favorito. Da igual si están jugando bien, si están jugando mal, si tienen buenos o malos jugadores, siempre habrá un equipo por encima. Así fue en las últimas 2 conquistas del equipo y al final el título terminó llegando a las vitrinas escarlatas. Y no es algo que moleste, para el americano es mejor que los focos se los lleven los demás.
En 2019, Santa Fe y Deportivo Cali eran los favoritos en el cuadrangular, y luego Junior era el favorito en la final. Posteriormente, en 2020 y con todo lo que pasó, Nacional, Junior y Santa Fe arrancaron favoritos en cada una de sus series, pero como dice Eduardo Luis: “una cosa es invocar al Diablo, otra es verlo cuando aparece”. Dos títulos muy recientes donde los únicos que confiaban eran los propios hinchas.
Llegamos al 2023 y las cosas no han cambiado. Comenzó el campeonato, América está jugando su mejor fútbol en años, son líderes hasta con partido aplazados, los niveles individuales están en las nubes, pero… siempre hay un pero ¿no? Que el arquero, que la nómina, que los jugadores están viejos, cualquier cosa se inventan para llevarse los focos hacia Bogotá, Medellín o Barranquilla. Veremos como siguen las cosas, pero en el Pascual Guerrero no juega el favorito, ni más faltaba. Nunca favoritos.
