Nos quedamos con el grito de gol a mitad de camino, en suspenso y con cierta bronca. Luis Díaz tuvo una inmejorable ocasión de gol contra Fulham en el primer tiempo.
Que el Fulham tome la ventaja en casa contra Liverpool fue justo, necesario para un partido que pedía a gritos un gol por tantas ocasiones generadas. El dueño de casa, alentado por su gente, motivado por regresar a Primera División, llegó tantas veces, que el gol fue la consecuencia, el resultado de una seguidilla de ocasiones.
Aleksandar Mitrovic, atacante serbio, le dio la ventaja al Fulham. Recuperó el control de un partido que lo tuvo encima de su rival desde el pitazo inicial. Después Liverpool respiró, atacó un poco y cedió ante una nueva arremetida de un Fulham muy incisivo, agresivo. Letal.
Luis Díaz, como un integrante estelar del tridente ofensivo, llevó peligro y también lo estremecieron con fuertes acciones en las cuales pudo llevarse alguna lesión. En una le calentaron los tobillos.
Pese a las medidas cautelares, el colombiano se las arregló. Es difícil marcarlo. Si le dan ventaja, por pequeña que sea, Luis la aprovecha. Si el empate no se fraguó antes del descanso fue por obra y gracia del rebelde palo que devolvió un fuerte remate de Díaz en el área.
Liverpool sufre en unos 45 minutos de bastante consideración. De Luis sobra decir que fue uno de los más incisivos, antes y después del tanto en contra. Cuando no resolvió en la acción personal buscó a sus compañeros. O ellos iban a su encuentro. Antes del remate en el palo existió otra acción, clásico centro de Premier League al área chica. Faltaron centímetros para que Luis llegara al encuentro con la pelota.
Palo de Luis Díaz vs. Fulham
