Según datos presentados en un informe de la FIFA, para el 2023, se calculaba un total de 16.6 millones de mujeres y niñas que practicaban fútbol en todo el mundo, cifra que representa un crecimiento de un 24 % respecto al 2019. Además, se registraban cerca de 55 mil clubes y 50 mil mujeres con el título de entrenadoras, algo que refleja el incremento de la participación de mujeres en la escena deportiva, especialmente del fútbol.
Específicamente, en Colombia, el fútbol femenino ha ido tomando cada vez más fuerza. Si bien los primeros esfuerzos de organización datan de finales de la década de 1960, fue 30 años después que se formalizó, sentando así la base de este deporte y su profesionalización en el país. Desde entonces, cada vez el fútbol se ve menos como un deporte de práctica únicamente para hombres, gracias a que las mujeres se han involucrado en torneos profesionales, competencias e incluso en patrocinios que permiten visibilizar el talento. Tanto así, que en el plano internacional hoy resuenan nombres de grandes deportistas colombianas como Catalina Usme, Linda Caicedo o Mayra Ramírez.
Al respecto, Tatiana Flores, gestora de Deportes Terrestres de Compensar, caja de compensación que cuenta con una de las escuelas de fútbol más grandes de la ciudad, menciona que “Si bien el fútbol femenino ha ido en aumento durante los años en el país y también se ha consolidado como símbolo de igualdad y diversidad, es clave reconocer que persisten diversos retos que hoy debemos enfrentar como sociedad. En principio, fomentando el interés por los deportes en todas las edades y además apoyando a los talentos que se forman. Colombia es un país con mucho potencial”.
En ese sentido, en Colombia se han ido consolidando diferentes escuelas y clubes. Para el caso de Bogotá, se calcula que hay inscritas cerca de 2.000 niñas y jóvenes que practican fútbol. Un ejemplo de las escuelas que hay en la ciudad es la de Compensar, que cuenta con 374 deportistas de edades que van desde los 4 años hasta los 17, y de las cuales 31 pertenecen a los equipos de alto rendimiento en categorías sub-13 y sub-16.
La formación como clave del crecimiento
En el marco del Día Internacional del Fútbol Femenino, conmemorado este 23 de mayo, la gestora de Deportes Terrestres de Compensar hizo énfasis en la importancia que tiene la formación desde la infancia para promover el interés y la consolidación de este deporte en el género femenino. Por esta razón, la Caja de Compensación de Compensar cuenta con cursos que van desde la escuela regular que recibe deportistas que inician sus procesos deportivos con interés lúdico-recreativo, hasta equipos de alto rendimiento con dos equipos femeninos, uno infantil y otro prejuvenil.
“La formación deportiva otorga herramientas para que las deportistas estén bien preparadas en diferentes experiencias como entrenamientos y competencias. En la escuela de Compensar, además, hemos notado que el fútbol femenino ha servido como un instrumento para empoderar a niñas y adolescentes en lo que respecta a sus capacidades y destrezas, demostrado también mucha disciplina y dedicación, algo que sin duda les aporta en la práctica del deporte, pero también en otros escenarios de sus vidas”, agrega Tatiana Flores.
Así pues, y mediante la promoción de este deporte en las mujeres, se espera que el fútbol femenino siga creciendo y ganando terreno cada vez más rápido. Ya se han marcado hitos importantes como el primer campeonato nacional oficial de fútbol femenino en 1991; la creación de la Liga Profesional Femenina Colombiana en 2016; la coronación de la Selección Colombia como campeona en los Juegos Panamericanos de Lima en 2019; y próximamente, en agosto, se celebrará la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA Colombia 2024. Con este avance, será importante seguir consolidando este deporte en mujeres que pongan en alto el nombre del fútbol femenino del país.