No solo el combinado mayor, sino cualquier equipo nacional de Alemania. La determinación pretende sembrar una protesta contra las naciones que siguen siendo criticadas por sus políticas que atentan contra los derechos de las mujeres.
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Por ejemplo, Irán. Aunque allí ya se dio un paso, permitiendo que las mujeres asistan a los estadios, se espera un seguimiento mayor de la FIFA para corroborar si en verdad se trata de una v voluntad de cambio o apenas fue una respuesta a la advertencia que le hizo la máxima rectora del fútbol mundial.
En ese país los derechos de las mujeres son vulnerados y bajo ese contexto una selección como de la Alemania no jugaría allí, ni en cualquier otro país que sea criticado en ese sentido. Esta decisión fue anunciada por parte de la Federación Alemana de Fútbol.
“Dentro del fútbol alemán tenemos que ponernos de acuerdo para responder de manera diferenciada a cuestiones complejas. ¿Qué valores no son negociables para nosotros? Por ejemplo, los derechos de las mujeres”, afirmó Fritz Keller, presidente de la federación de fútbol de ese país, quien fue enérgico en su determinación: “No mandaremos ninguna selección a partidos que tengan lugar en países en los que las mujeres no tengan los mismos derechos”.
La decisión contó con respaldo unánime. No hay un solo dirigente del fútbol alemán que se oponga. Además, constituye un respaldo a las políticas que se están manejando para proteger y velar porque las mujeres tengan los espacios que merecen.
Sin embargo, existe una inquietud. Dado que Catar es sede del Mundial en 2022 y en el caso que Alemania se clasifique: ¿Se pone en riesgo su presencia en la cita ecuménica? En ese país hay casos comprobados de violaciones a la igualdad de genera, con medidas tan polémicas como que a las mujeres menores de 25 años no las dejan viajar, a menos que tengan el consentimiento de un tutor masculino. Las casadas sí pueden, pero los maridos tienen la potestad de pedirle a un tribunal que les apliquen la misma medida.
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