Millonarios ajustó un nuevo empate en casa. Esta vez fue 0 – 0 contra Águilas Doradas en el estadio El Campín. Resumen.
El hincha de Millonarios empieza con fe, tiene paciencia. Se ilusiona. Cree que esta vez sí. Después, en el campo de juego su equipo transmite una sensación distinta. Las ganas y el amor propio nunca se discuten. El problema es de fondo, de ideas porque la propuesta de Alberto Gamero tiene de todo menos lo más importante: Sus intérpretes.
A eso se reduce el devenir de Millos en la Liga Betplay. La fecha 13 fue una prolongación de esa crisis que no tiene solución. Las cuentas tampoco ayudan.
Primer tiempo de un Millonarios incisivo, con el bloque alto, presión y mucho esfuerzo físico. Concentrado, olvidó un detalle: Ataque, ideas. Generación nula en el cuadro Embajador, que con el correr de los minutos se volvió un equipo atropellado. Símil de lo que fue el compromiso contra el Atlético Bucaramanga.
Un 0 – 0 acompañó todo el primer tiempo, con un agravante del lado local. Uno de sus mejores jugadores este año, el volante Juan Carlos Pereira, se retiró del campo por lesión.
Con la necesidad de ganar, Millonarios mantuvo el mismo ímpetu durante los segundos 45 minutos. Juan Camilo Salazar, elegido para reemplazar a Pereira, le daba otra dinámica ofensiva al equipo, pero sin en mismo fondo físico en la labor defensiva. Por esa zona, izquierda en el ataque de Águilas Doradas, los visitantes sabían que eran peligrosos.
Otro cambio en el cuadro bogotano fue el de Ayron del Valle en lugar de Ricardo Márquez. Se buscó una alternativa distinta en la zona delantera, donde estaba parte del problema, debido a que se requería de más movilidad allí.
Corregir los movimientos en el ataque fue una de las premisas azules en el segundo periodo, mientras que en el lado visitante, el libreto no sufrió variante alguna. Esperar y salir de contragolpe, al acecho del error rival. Con esa fórmula nunca dejó de ser peligroso; es más, el tiempo que pasaba, con Millonarios enredado, le daba más fortaleza a su propuesta.
Con tantas dificultades a este juego se adhiere una polémica. En el último minuto de la adición el árbitro no sancionó un penalti por una clara infracción sobre Salazar. Ni así le salen las cosas al cuadro capitalino.
Puede que el equipo de Gamero entienda la propuesta, pero ya sea por capacidad técnica o por un bloqueo mental, a este equipo no se le da el triunfo. En todo el año tiene 2 victorias, una en Liga y otra por Copa Sudamericana. Triste panorama azul.