Un buen ejemplo de lo que debe ser el desarrollo, pero sobre todo el apoyo del fútbol sonoro, lo encontramos en Antioquia.
Su selección de fútbol sonoro, representativo que integran jugadores de varios clubes en la región, corresponde a un trabajo de proceso. Se desarrolla la base, se busca talento. Hay muchas ganas y entusiasmo por darle a la región un fuerte reconocimiento a esta disciplina.
En una visita que hizo este seleccionado a Bogotá nos contaron, por ejemplo, del trabajo y algunos años que pasaron sin competir por organizarse mejor. Ahora se están posicionando y los resultados hablan de ello. Su equipo parte de una premisa: Experiencia y juventud.
Antioquia, a través del Inder, lidera estos procesos. Quieren que el fútbol sonoro crezca más y para ello proyectan, por qué no, una selección sub-20. Para destacar que a sus entrenadores les hacen contratos por un año, señal de lo importante que es la continuidad cuando se construye un proyecto deportivo de verdad.
Así avanzan nuestros protagonistas del fútbol sonoro