El póker, y su solera, lleva acompañándonos desde el siglo XVI. Siendo conocido por aquel entonces como Âs Nas. Un juego que ya se practicaba en la Persia de la Edad Media y que, años después, los comerciantes darían a conocer en territorio europeo. No obstante, tenemos que remontarnos a principios de este siglo para encontrar uno de sus puntos de inflexión más destacados.
Hablamos, más concretamente, del año 2003. Fecha en la que Chris “Moneymaker”, un conocido contable de Tennessee, logró, contra todo pronóstico, proclamarse como campeón de las World Series of Poker (WSOP). Algo que desembocó en un efecto dominó que disparó la popularidad de los torneos de poker de forma exponencial y que ha acabado proyectándolo a nivel mundial gracias a la proliferación del póker online.
Póker, mucho más que un juego
William Shakespeare sostenía que no existe nada bueno o malo per se, sino que es nuestro pensamiento lo que lo transforma todo a su paso. La prueba inequívoca de ello es que mientras para algunos el póker es considerado un simple entretenimiento otros han logrado que dicha práctica se erija como deporte, medio de vida e incluso profesión. Destacando el férreo control emocional, la lógica e inteligencia o el espíritu ganador como algunas de sus muchas virtudes a tener en consideración.
La industria del póker en cifras
Solo la World Series of Poker (WSOP), uno de los conjuntos de torneos de poker más destacados a nivel global, logró reunir a cerca de 10 mil personas en su última edición. Repartiendo, por el camino, más de 300 millones de dólares en sus más de 70 torneos. Por si fuera poco, sus premios estuvieron tremendamente repartidos, contando con más de 25 por encima del millón de dólares. Todo un veradadero hito.
El portal de noticias especializadas Pokerfuse ya apuntaba en 2020, a través de su presidente Nick Jones, como el tráfico medio de los últimos 5 años había superado los 45 mil jugadores. Unas cifras que no se veían desde 2016. Destacando Latinoamérica como segunda zona del mundo con más jugadores de póker online.
Cómo habéis podido leer más arriba, las cifras hablan por sí solas, configurándolo como uno de los principales motores económicos del ocio y el entretenimiento en multitud de mercados emergentes como el latinoamericano. Dando forma, por otro lado, a uno de los principales deportes del mundo. Y si al cóctel anterior añadimos que nos encontramos ante un juego que, valga la redundancia, pone en juego la destreza, la habilidad y la concentración mental… el éxito está más que garantizado.
Un deporte de moda entre los jóvenes
Uno de los aspectos más singulares del póker es su versatilidad. Y esto ha hecho que el público joven, mayor de edad y de marcado perfil online, se vea fuertemente atraído por sus múltiples virtudes. La existencia de un Campeonato Universitario de Póker (CUP) ya nos deja entrever el gran interés que despierta entre el sector poblacional más activo. Y que el póker sea un trampolín para hacerse famoso no ha hecho más que acrecentar los deseos de practicar el juego de cartas más famoso del mundo.
La incorporación de la mujer al póker
Dejando de lado la progresión exponencial del poker durante los últimos años, el auge de la participación de las mujeres es otro de los aspectos a tener en consideración. No en vano, su papel más activo ha logrado fortalecer aún más la industrial del juego. Por dar una cifra representativa, las mujeres vienen a representar algo más del 40% del total de jugadoras y jugadores de países europeos como Reino Unido. Algo que se desprende de los últimos informes publicados por la Comisión de Juego Británica.
En lo que respecta a Latinoamérica las cifras no resultan menos sorprendentes. Llegando a contar incluso con categorías propias dentro de diversos campeonatos. No en vano, según Poker Index, el auge del póker profesional sitúa a jugadoras como María Lampropulos como una de las mejores del sur del continente. Contando, a su vez, con el hito de ser la primera mujer en ganar el campeonato Poker Stars Caribbean Adventure de Bahamas. Uno de los más famosos del mundo junto al ya mencionando anteriormente WSOP.
El futuro del póker es online
A estas alturas del artículo ya os debe haber quedado meridianamente claro la mastodóntica proyección global que un deporte como el póker ha logrado alcanzar durante las últimas décadas. Y si hay un aspecto que ha logrado contribuir sobremanera a dicho auge ese ha sido las nuevas tecnologías. No en vano, el poker online se ha logrado configurar como un producto mediático, y necesario para la economía de muchos paises, gracias a plataformas como Twitch o Youtube.
Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que el poker, y su vertiente online, ha logrado adaptarse como anillo al guante a la baraja a las tendencias de comunicación imperantes en la actualidad. Desplazando progresivamente incluso a los jugadores profesionales frente a un formato más directo y sin las limitaciones geográficas tradicionales. Algo que le augura un futuro más que prometedor.